Karina.
Daniel se encuentra frente a mi de cuclillas, tengo miedo, pero sus palabras de alguna manera me han quitado un poco.
-No te voy a pegar, te lo prometo.
-Tú no sabes las veces que me han llegado a decir eso-le susurro llorando-.
-Karina de verdad, no te voy a pegar-pasa una mano por su pelo y lo peina-.
Suspiro rendida y resbala mi mano de nuevo por el barro, lo que hace que Dani me mire preocupado.
-¿Quieres ir a mi casa a cambiarte o algo?-dice y señala su casa que se encuentra a escasos metros-.
-No, gracias-me levanto y voy embarrada perdida, tengo que ir a mi casa ya-.
-Karina, mi casa está más cerca que la tuya y puedes entrar, de verdad, solo un hola y un adios y todo volverá a ser como antes-dice mientras me persigue-.
Aprieto mis puños y me paro en seco y, sin mirarle, se que él ha hecho lo mismo.
Me doy la vuelta y le miro triste, rota.
-¿Y qué quieres? ¿que todo vuelva a ser como antes, en serio? ¿En serio quieres verme llorar todos los dias, como hago ahora?
Me mira incredulo y no se digna a decir nada.
-Lo suponía-suspiro- dani, tu sigue a tu royo de fastidiarme la vida, y yo seguiré el mio, y a demas-sacudo mis manos- no pierdas el tiempo conmigo.
Se queda mirandome, quieto mientras yo avanzo.
-Me dejas helado Karina, yo que te intento ayudar y me rechazas-hace una pausa- a mí, a Daniel Martínez-grita egocentrico-.
-Lo primero-digo andando- ni que fueras Brooklyn Beckham.
Bendito Brooklyn Beckham.
-Y lo segundo-paro frente a mi casa con la llave en la mano- te recuerdo que hasta hace un dia, o sea, ayer, me hacias bullyng, y supongo que ahora tambien.
-Es que me das pena.
Pena.
Esa palabra retumba en mi cabeza con la voz de Daniel.
Pena es lo que siente, ¿para qué va a cambiar?
-Daniel adiós-meto la llave en la cerradura, abro la puerta y justo cuando voy a cerrar la voz de Dani me interrumpe la azaña.
Su voz y su pie.
Que se impone para que no cierre la puerta.-¿Dónde estan tus padres?
-No te incumbe, Daniel, así que quita tu pie, por favor.
-Colabora un poco Karina solo quiero conocerte un poco más.
-Daniel que me dejes que donde esten mis padres no te importa-le grito- ¡Vete con los tuyos!
Y se calla.
Me mira con rabia, tristeza.
Con enfado mayoritariamente.Abro la puerta para no pillarle el pie más.
-¿Qué?
Se acerca a mi, ya que había dado varios pasos hacia atras.
Se acerca furioso, y en el ultimo tramo corre y me agarra de los hombros con fuerza haciendo que me choque contra la pared de la entrada de mi casa y que haga una mueca de dolorida.
-Nunca vuelvas a nombrar a mis padres-sus ojos se oscurecen y mira ni cuello para no fijar su mirada en mi.
Y huye de aqui, dejandome con tantas preguntas sobre mis labios.
¿Qué he hecho mal?
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A Que No Me Dejas.
Teen FictionMe dijiste que me querías. Advertencia: esta historia es completamente mía. Atrévete a copiarla. Siempre encuentro a los inútiles sin imaginación. ¡No copies historias! Att: la amable escritora:)