Capítulo 47.

459 21 9
                                    

Karina.


Sonrío despues de su último te quiero y guardo el móvil al escuchar el crujido de la puerta.

Es Dani, y le muestro una pequeña sonrisa.

-¿Lo tienes?-dudo y asiente.-Perfecto.-sonrío y me levanto.

-Hay que ir rápidos.-dice un poco frío y me asombro, pero sin ninguna dificultad agarra mi mano suavemente.

-De acuerdo.-murmuro y aprieto su mano flojo.

Respira hondo y salimos de la habitación, no sin antes ver que no hay nadie por el pasillo.

-A la de tres.-susurra.- Una, dos...-mira a su izquierda.- y tres.-tira de mi brazo con cuidado y subimos a paso ligero los escalones.

Este ritmo me sobrepasa, y jadeo a cada escalón que subo.

Dani se gira un momento en el rellano de la escalera, baja su mano izquierda a mis piernas y la derecha por debajo de mis hombros, y me sube, aferrándome a su cuerpo.

-Un piso más.-susurra subiendo escalones y se detiene un momento tras una pared al escuchar el claqueteo de unos zapatos.-Mierda.-muerde su labio y mi cuerpo tiende a temblar.

El sonido de los zapatos es más fuerte a cada paso, y aprieto los ojos cuanto más nerviosismo invade mi cuerpo.

-Sh.-susurra cerca de mis labios, tan cerca que su nariz acaricia la mia.

El claqueteo cesa de golpe y mi corazón se encoje.

Mis labios tiemblan, si nos pillan la fastidiamos.

Pero, acto seguido, los pasos siguen su marcha y se escucha el sonido de una puerta cerrarse, y los pasos son inaludibles.

Dani sonríe y sigue subiendo escalones, hasta que un olor a... aire?, inunda mi pituitaria.

-Ya estamos.-me baja con cuidado y mis pies desnudos se encojen al contacto del suelo.

-¿A quién se le ocurre?-dice soltando una risa mirando los pies.- Ni unos calcetines, chica.

-Ay, déjame.-murmuro y sonrío.

Localizo una pared en la que se apoya Dani hasta resbalarse al suelo, y me siento a su lado, apoyada en su hombro, y nuestra lámpara se convierte en la luna, y miles de ojos brillantes nos observan en escena.

-Hacía tiempo que no sentía el aire fresco, gracias, Daniel.-susurro y él suspira.- ¿Qué te ocurre?-digo con cierto tono de preocupación y mi móvil empieza a emitir vibraciones de aviso de llamada, y se escuchan, no hay sonido, por lo que se escuchan.


-Cógelo.-murmura y traga saliva a la vez que su mirada se oscurece.

Llevo mis manos al bolsillo de mi pantalón de pijama y saco el móvil a la vista.

-¿Por qué, Karina?-noto su voz rota y su mirada se agacha despues de ver el nombre iluminado en la pantalla.

Un corazón, y el nombre de Jose.

Mierda.
Joder, mierda.






Ey, quedan pocos capítulos, lo siento.
Respecto a la calidad del capítulo, pésima, ya sabéis mi ánimo.
Si luego os llega otra notificación de esta misma historia, seguramente sea otra nota como la de 'si queréis leerlo podéis'.
No os deprimo más.
Votad y comentad, aunque sea para subirme un poco.
Y ante todo, gracias, gracias y más gracias.
Att: la escritora deprimida, Matilde.

A Que No Me Dejas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora