Daniel.
-Responda.-insiste el doctor.
-No.-repite sin indiferencia.
Lleva preguntándole como cinco minutos qué le dijo Elena para que empezara a romper cosas.
-Mire, váyase.-le digo al médico y suspiro.- No creo que diga nada.
-Intente que lo diga.-me anima y sale de la habitación.
Me giro y miro la ventana, está anocheciendo, aquí los días pasan despacio.
Salgo de mi casa, llego al instituto, hago todo lo que tengo que hacer en el y salgo directo al hospital.
De vez en cuando Jose me pregunta que tal va, me jode, ya que parece que sufre bipolaridad el tío.
-Dani.-susurra y me mira.
-Dime.-digo en su tono y me siento a su lado en la cama.
-Hazme disfrutar lo que queda de este día.-sonríe inocente y frunzo el ceño.
-¿A qué te refieres?-acaricio su pelo.
-Huyamos de aquí.-susurra mirándome a los ojos, y vuelve ese brillo que tenía al hablar de sus amigas.
-No.-digo cobarde y su labio inferior se posa en el superior para hacer un puchero.- No, Karina, no me mires así.-susurro apartando la mirada y noto como sus brazos me rodean la cintura.
-Dani, te prometo que no me voy a ir nunca más de tu lado.-susurra y acaricia con su mejilla mi espalda.-No voy a huír con chicas de mi cabeza y no pienso hacer ninguna locura.-noto que sonríe y me muerdo el labio.
-¿Un día?-pongo mis manos sobre las suyas y ella acaricia las mías.
-Varios.-entrelaza sus dedos y los míos y yo trago saliva.
Hay demasiados riesgos.
¿Quién me asegura que no le dará un brote de nada?Respiro hondo.
-Esta noche, solo esta noche.-le quito las manos de mi cintura con cuidado y me giro a mirarle.
-Vale.-murmura mirando la cama y una sonrisa pilla aparece en sus labios antes de lanzarse a mis brazos.
Río ante su reacción y la abrazo.
-Las nueve ya es de noche.-susurra y acaricia mi espalda.
Suspiro y me separo de ella con cuidado.
-¿Conoces a alguna persona que pueda ayudarnos?-rasco mi nuca levantándome de la cama y una amplia sonrisa aparece en sus labios.
-Katherine, planta de arriba, transtornos alimenticios, ella me devolvió mi móvil.-muerdo mi labio y peino mi flequillo de manera nerviosa.
Esto es una locura.
Pero me importa lo mínimo.
No la habéis visto sonreír después de verla llorar hasta una semana entera.
Ey, ¿os va gustando?
Tengo una mala noticia, creo.
No sé si lo he dicho alguna vez, pero os lo digo ahora.
Mis historias no tienen finales felices ni aun yo queriendo.
Haré lo que pueda, lo prometo.
El final se "acerca".
No quiero que se extienda mucho.
Bue, y eso.
Deeww.
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A Que No Me Dejas.
Novela JuvenilMe dijiste que me querías. Advertencia: esta historia es completamente mía. Atrévete a copiarla. Siempre encuentro a los inútiles sin imaginación. ¡No copies historias! Att: la amable escritora:)