-Joder, joder, joder, joder, joder. ¡Joder!
Mierda.
No me gusta Zayn Malik. No me gusta.
De verdad, que no me gusta.
Llevo diciéndome esto desde que me he levantado hoy a las seis de la mañana, incapaz de quitarme a Zayn Malik de la cabeza. Anoche no volvió a casa y yo no he pegado un ojo. No he dormido bien, a pesar del puñetero jet- lag, porque he pasado toda la noche pendiente de su llegada. Ahora mismo son ya las tres de la tarde y sigo esperando. ¿Dónde coño se ha metido?
Rosa dice que esto es lo habitual.
-Este chico no para quieto.
Evidentemente ella se lo toma con calma, pero a mí me va a costar acostumbrarme.
Y encima hoy, con lo elegante que me he puesto. Incluso llevo zapatos de tacón. Al principio me ha parecido una tontería, como el despacho está en casa y todo eso, pero me he dicho a mí misma que tenía que ser profesional.
Profesional. Menudo chiste. Ayer me pilló haciendo el vago en su superpiscina. Luego me achispó con el tequila y le digo que me gustan más las canciones de Kylie. Hay que ser idiota.
Y ahora, aquí estoy, a las tres de la tarde en una casa vacía... bueno, Rosa está en la cocina y Sandy, la asistenta, está arriba, y Ted, Samuel y Lewis, los de seguridad, andan por ahí, pero no cuentan. Y yo me sigo preguntando, ¿dónde coño se habrá metido?
Esta mañana me levanté dispuesta a nadar los cincuenta largos que me había propuesto. Pero a los treinta y tres estaba hecha polvo. De todas formas, tampoco es un mal comienzo. Luego subí a la segunda planta, atenta a cualquier ruido o señal que indicara que el roquero había vuelto, y me di un baño en el enorme jacuzzi. Después llamé a mis padres para decirles que estaba sana y salva.
-Bárbara dice que Zayn Malik es un poco salvaje -me dice mamá tras unos segundos de alegre charla intrascendente. Bárbara es una de sus antiguas amigas de bridge. Mis padres están jubilados y viven en el sur de Francia.
-¿Qué quieres decir con eso de salvaje? -le pregunto en un intento por ganar tiempo. Esperaba que este tema no saliera en la conversación.
-Pues que bebe, se droga y es un mujeriego... ya sabes. De haber sabido no te habría dejado que aceptaras el trabajo.
-Mamá -le contesto-, tengo veinticuatro años. Aunque te hubieras empeñado, te habría dado igual. Y, en cualquier caso, me conoces bien. No pienso convertirme en un groupie yonqui.
-Lo que tú digas, cariño. Bueno, ¿has llamado ya a tu hermana?
-No, mamá, aún no.
Kyl se mostró mucho más entusiasta. De hecho, aún me pitan los oídos de tanto grito.
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Zayn Be Good
RomanceLa nueva y glamurosa vida de Chris como asistente personal del flamante chico malo del rock Zayn Malik en la soleada California es un torbellino de fiestas y conciertos. El tranquilo y sensato Liam, que vive temporalmente en Los Ángeles para escrib...