Me despierto sintiéndome exhausta y con la sensación de que necesito desesperadamente dormir más, pero en cuanto me espabilo un poco, me doy cuenta de que no lograré conciliar el sueño otra vez.
¿Seguirá la chica de anoche en el cuarto de Zayn? ¿Y cómo se sentirá él esta mañana? Probablemente fatal.
¿Y estará Selena embarazada? Si lo está, ¿tendrá el niño? La cabeza me duele solo de pensar en todo esto. Contemplo la bolsa blanca de la farmacia tirada en el suelo de mi cuarto. No he mirado su contenido.
Pienso en llamar a Kyl para charlar un rato, pero creo que no tengo energía para hablar. Y de todas formas, no puedo comentar este tema. Ni con ella, ni con nadie. Si lo hiciera estaría quebrantando el acuerdo de confidencialidad que firmé. La idea hace que me sienta más sola.
Desde que Liam se marchó ya no hago ningún largo, y por supuesto ahora no puedo ni pensar en nadar. Pero sé que debería, que después me sentiré mejor, aunque solo sea momentáneamente, y que merece la pena el esfuerzo. Salgo de la cama, me pongo el biquini y bajo las escaleras como ida.
No oigo ningún ruido en la habitación de Zayn y no me sorprende a estas horas de la mañana. Aunque son las diez pasadas, si consideramos lo de anoche, todavía es temprano.
Cuando llega Santiago para su sesión de jardinería y limpieza de piscina semanal, me duelen los brazos de tanto nadar. Me he aplicado y he descubierto que el dolor me proporciona cierto placer. Llevo cuarenta y tres largos, pero cuando lo veo aparecer, me siento aliviada por tener una excusa para dejarlo.
-No pares por mí -dice alegre con su blanca sonrisa perlada que casi refleja los rayos del sol.
-Ya he nadado bastante -contesto, evitando a duras penas un gemido.
Salgo de la piscina y me pasa la toalla. Me cubro con ella.
-¡Uau! Tienes pinta de no haber dormido mucho anoche -dice, mirándome a la cara.
Ya sé que no tengo buena cara. No hay corrector suficiente para tapar los círculos morados que se han formado debajo de mis ojos, así que me alegro de no tener que ir a ningún sitio hoy.
Vuelvo a pensar en Selena y en cómo lo estará pasando esta mañana.
-¿No habrás vuelto a salir con Zayn, verdad? -pregunta Santiago con descaro.
-¿Qué? ¡No! -contesto molesta.
-Os vi en las revistas -dice en tono de chufla-. Una preciosa y romántica cena en el Ivy, el fin de semana pasado. ¡Te he pillado, lista!
Lo miro seria. Su tono de guasa rápidamente deja paso a la preocupación.
-Eh, ¿estás bien?
-Sí, muy bien -contesto para que se quede tranquilo-. Pero me duelen los brazos de tanto nadar.
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Zayn Be Good
RomanceLa nueva y glamurosa vida de Chris como asistente personal del flamante chico malo del rock Zayn Malik en la soleada California es un torbellino de fiestas y conciertos. El tranquilo y sensato Liam, que vive temporalmente en Los Ángeles para escrib...