Son las siete de la mañana y estoy en la piscina haciendo mis largos. Llego a la zona donde no cubre y me pongo de pie. Mientras subo las escaleras me escurro el pelo.
Hace otro día impresionante. Me enrollo una toalla al cuerpo y me quedo allí, sobre las baldosas de la terraza, mirando la cuidad a mis pies. La niebla se ha levantado y ahora todo son cielos azules hasta donde alcanza la vista.
Oigo un ruidoso bostezo detrás de mí y me doy la vuelta para encontrar a Liam, en calzoncillos bóxer y camiseta, estirándose.
-Hola. -Me dedica una amplia sonrisa-. Bonito día.
-Sí -le devuelvo la sonrisa.
-¿Qué tal está el agua? -Se acerca a la piscina.
-Estupenda. ¿Te vas a meter?
-No. -Agita la cabeza y vuelve a bostezar-. Quizás luego.
-Eres madrugador.
-Es por el jet-lag -me explica.
-¿A qué hora volvisteis anoche? -No los oí llegar.
-Yo a eso de las doce. Zayn, ni idea. Probablemente entrará por esa puerta en cualquier momento.
Hum, así que Zayn no siempre se sale con la suya, vaya.
-¿Tienes hambre? -me pregunta al tiempo que apunta con el pulgar hacia la casa.
-Un poco.
Me espera frente a la puerta mientras me seco rápidamente con la toalla y me pongo el esponjoso albornoz que encontré en mi baño. Cierra la puerta tras nosotros y me sigue hacia la cocina. Es lunes por la mañana y Rosa, llegará pronto.
-¿Tostadas? ¿Fruta? ¿Cereales? -me pregunta.
-Cereales, gracias.
Liam comienza a abrir armarios y a sacar cajas.
-¿Qué es eso? -Señalo una caja de colores que resalta entre las demás de tonos ocres repletos de muesli y fibra.
-Fruity Pebbles -lee en la caja. Está decorada con dibujos de Pablo y Pedro, de la serie Los Picapiedra.
-¿Te vas a tomar unos cereales para niño? -Me hace la pregunta como si estuviera hablando con una niña pequeña.
-¡Joder, pues si! -contesto entre risas mientras cojo dos cuencos de un armario y echo los Fruity Pebbles. Después los rocío con leche. Él coge un par de cucharas de un cajón y lo lleva todo a la mesa.
Miro el cuenco. Está lleno de arroz inflado con todos los colores del arco iris. Metemos los dos las cucharas y nos las llevamos al aboca. Está muy dulce. A mí me entra la risa floja.
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Zayn Be Good
RomanceLa nueva y glamurosa vida de Chris como asistente personal del flamante chico malo del rock Zayn Malik en la soleada California es un torbellino de fiestas y conciertos. El tranquilo y sensato Liam, que vive temporalmente en Los Ángeles para escrib...