Capítulo 5: Una Extraña Confusión

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Una mañana muy temprano Hipo fue a casa de Celeste...

-Hola Celeste, buenos días.-Le dijo Hipo.

-Buenos días Hipo, ¿Qué hacen aquí tan temprano?, no es que no me guste su visita.-Le respondió Celeste.

-Chimuelo y yo les trajimos un regalo.-Contestó Hipo entregandole una silla para montar que Chimuelo anteriormente cargó en su espalda.

-Contestó Hipo entregandole una silla para montar que Chimuelo anteriormente cargó en su espalda

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-Wow...una silla para montar, gracias Hipo.-Le dijo Celeste con asombro tomando la silla que Hipo le ofrecía.

-Sí, note que no tenían una y que te era difícil sujetarte, así que te hice una.-Le respondió Hipo con cierto nerviosismo comenzando a jugar con su cabello.

-Eres el mejor, de nuevo gracias.-Le dijo Celeste dándole un abrazo.

-Bien, que tal si la prueban.-Mencionó Hipo tratando de apartarse y ocultando el sonrojo de sus mejillas.

-Claro, vamos.-Dijo Celeste ajustándole la silla a Luna.

Ambos emprendieron el vuelo entre risas y miradas que denotaban competitividad. Estaban tan concentrados en es que no se dieron cuenta de que, mientras ellos volaban, Astrid, quien buscaba a Hipo, los vio abrazarse y volar juntos. En cuanto vio aquello decidió marcharse, así que rápidamente subió a Tormenta y se fue.

 En cuanto vio aquello decidió marcharse, así que rápidamente subió a Tormenta y se fue

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-Tengo que hablar con Celeste, pero a solas.-Se dijo Astrid a sí misma tratando de ignorar ese sentimiento que comenzaba a aparecer en su interior.

(...)

Por la tarde Astrid fue a casa de Celeste para hablar con ella.

-Bien, hablare con ella, aclarare mis sospechas.-Se dijo Astrid decidida. Y así, con esa decisión, terminó por acercarse a la puerta de la casa tocando para así llamar a la chica que ahí vivía.

-Hola Astrid, ¿ocurre algo?-Le dijo Celeste una vez que había abierto encontrándola ahí.

-De hecho sí, necesito hablar contigo.-Respondió Astrid con seriedad.

-Claro, vamos adentro para hablar mejor.-Contestó Celeste invitandola a pasar cosa que Astrid acepto sin decir ni una sola palabra.-Siéntate, ahora sí, ¿de qué quieres hablar?-

El Misterio De La Gema DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora