Capítulo 11: Una Partida Triste

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Por la mañana siguiente Celeste fue al muelle para buscar a Kenned, quien se encontraba reparando su barco junto con Bocón y otros vikingos.

-Hola Celeste, buenos días.-Le dijo Bocón animado.

-Hola, buenos días Bocón.-Le respondió Celeste de la misma forma.

-Has madrugado, ¿a qué se debe esto?-Preguntó curioso.

-Ahhhh, la verdad no tengo muy claro el por qué, pero...vine a hablar con Kenned, ¿lo has visto?-Le contestó Celeste no muy segura de lo que decía.

-Sí, está adentro... ¡Hey Ken, aquí te buscan!...-Respondió Bocón llamando a su vez al anteriormente nombrado.

-Ya voy, ya voy...-Se escuchó su voz venir desde el barco.-Celeste... ¿Q-que haces aquí?-Dijo sorprendido al verla en el muelle.

-Hola, Kenned. He venido porque...tú y yo necesitamos hablar.-Le dijo Celeste no muy convencida de su decisión.

-¿Es enserio, tú quieres hablar conmigo?-Al parecer Ken se encontraba más sorprendido por esa respuesta que la misma Celeste. Una sonrisa iluminó su rostro esperanzador. Y, aunque logró notar las dudas que Celeste aun tenia, no perdió esa esperanza.

-Sí, y por favor no hagas esto más difícil, porque créeme que no estoy muy segura de esto.-Respondió Celeste contestando así las "preguntas" que Ken se hacía mentalmente.

-Está bien, hablemos.-Le dijo Ken con tranquilidad, invitándola a subir al barco.

-Bien, creo que ustedes dos necesitan algo de privacidad, así que...me voy.-Mencionó Bocón interrumpiéndolos para, bueno, no interrumpirlos más.

-No es necesario Bocón, iremos a hablar a otro lugar, para no interrumpirte más en tu trabajo.-Le dijo Celeste ignorando la antigua invitación de Ken por subir al barco.-Vamos Kenned, acompáñame.-

-C-claro...-Contestó Ken bajando del barco y comenzando a seguirla.

-Bien, nos vemos luego.-Les dijo Bocón al verlos partir.

-Adiós Bocón-Le respondió Celeste.

(...)

Kenned acompañó a Celeste y a Luna hasta su casa, ahí ambos comenzaron a hablar mientras Luna comía sus pescados.

-Bien Kenned, estoy dispuesta a escuchar lo que me tienes que decir.-Le dijo Celeste de forma decidida.

-Está bien...Primero que nada quiero decirte que he comprendido que cometí un grave error al tratarte de esa manera, no supe lo que hacía, estaba molesto porque no confiaste en mi para guardar tu secreto, sé que hice mal al actuar de esa manera, pero no sabía cómo desahogarme. Sé que te he hecho mucho daño, te lastimé y herí tus sentimientos, en ese momento no me di cuenta del daño que te hice...tal vez ya es demasiado tarde para esto pero...quiero decirte que lo lamento, lamento haberte lastimado, por favor te pido que me perdones, no fue mi intención...-Le dijo Ken con sinceridad. Fue en ese momento en el que Celeste logró comprender el sincero arrepentimiento de Ken.

-Kenned...no sabes lo difícil que fue eso para mí, tú me hiciste mucho daño, heriste mi corazón...Con un "lo siento" no basta para sanar mis heridas...sabes, yo estaba muy bien, comencé a recuperarme del daño que me hiciste, y ¿sabes cómo lo hice?...alejándome de ti, así comencé a olvidarte, poco a poco fui borrando de mi mente todos tus recuerdos, todos nuestros recuerdos. Yo estaba muy bien, era feliz, pero todo cambio cuando apareciste de nuevo en mi vida, trajiste todos esos recuerdos de nuevo a mi mente, principalmente los malos, y aunque sean más recuerdos buenos que malos, no logró recuperarme de tus heridas.-Le contestó Celeste con tristeza y dolor. Ken sabía que era verdad, y era por eso que quería demostrarle lo cuan arrepentido estaba.

El Misterio De La Gema DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora