Wendy
Se que esas en París
Nos vemos donde acordamos
Ven
Enserio
Te lo explicaré todo mejor
¡PERO NO ME IGNORES!
Bueno, da igual
Sólo ven y ya
Ignoré los mensajes de Tootles en mi móvil nuevo, no estaba de humor para verle, sin embargo había escrito las palabras justas para hacer que mi curiosidad quisiera ir.
Mordí el interior de mi mejilla y agarré mi rebeca.
Me negué a mi misma, y la volví a dejar en la silla, quedándome en pie mientras pensaba que hacer si no. Mis dos primos eran de la edad de Michael y Jhon, por lo que pasaban de mi existencia a niveles extremos, mientras que mis padres y tíos hablaban de cosas que no me interesaban.
Volví a agarrar la rebeca, apretándola en mi puño, para volver a dejarla en la silla.
-Wen cariño, ¿pasa algo?.-preguntó mi tía, se parecía tanto a mi madre, tanto en aspecto como en personalidad, dudé en contarle mi indecisión.
-Un amigo de la infancia me ha dicho de quedar, pero no sé si ir.-respondí mirando al suelo, la mujer se rió sonoramente, haciendo que sus ojos azules brillasen, la única diferencia entre ella y Mary era la edad, que se le notaba más a mi madre y quizás el cabello, ya que Molly lo tenía algo más oscuro.
-Ve tonta, yo te cubro si preguntan.-dijo guiñándome un ojo, sonreí notando como algo de coraje crecía dentro de mí.
-Esta bien, gracias.-contesté olvidando la rebeca, el móvil y las llaves para salir corriendo a un parque no muy lejos de ahí; el corazón me temblaba, mezclándose la ilusión de ver a el chico realmente y no a través de una pantalla, con el miedo que tenía de lo que iba a contarme.
Corría por las calles, llegaba tarde, aunque el semáforo en rojo no parecía ayudarme. Movía mi pie derecho con impaciencia, deseando que el color cambiase de una vez, lo hizo y corrí hacia el otro lado de la acera. No me fijé en la gente, a la gente tampoco le molesto que corriese entre ella, miles de personas hacían lo que les daba la gana todos los días.
Al ir por la mitad de la carretera algo me hizo ralentizar mi paso, o mejor dicho, cierta olor, era la mezcla perfecta entre bosque y algo dulce.
Sabía bien a quien pertenecía.
Llegué al otro lado de la acera, pero en lugar de seguir corriendo me giré, esperanzada. Al otro lado, un chico de cabello rubio oscuro y ojos verdes me miraba con la misma expresión, entre incredulidad y alegría.
Imposible, pensé.
-¿Wendy?.-articuló desde el otro lado.
-Hola, Peter.-dije de la misma forma, vi el semáforo, aún verde y corrí de nuevo hacia el otro lado. Al llegar me abalancé sobre sus brazos y este me abrazó girándome, aunque me soltó de un segundo a otro, cómo si le diese la corriente.
-Peter Pan te he estado esperando tanto tiempo.-dije a su lado, buscando su mirada con mis ojos, él la evitaba, cómo si no hubiese pasado lo de segundos antes.
-Lo siento pero yo... yo no soy Peter Pan.-contestó dando un paso hacia atrás, intenté ver la mentira en su cara, pero para mi sorpresa, no la encontré.
-¿Cómo que no eres Peter? Sólo él y los niños perdidos me llaman Wendy.-justifiqué con lágrimas en los ojos, hoy día no sé si eras por la alegría de encontrarle o por la confusión que me producía.
-Soy Peter, Peter White Andersen.-respondió orgulloso, colocando sus brazos a ambos lados de su cintura.
-¿White Andersen?¿Qué clase de apellido es ese?¿Es extranjero?.-seguí mi interrogatorio mientras daba vueltas, divise un móvil en uno de sus bolsillos traseros de sus pantalones vaqueros.
-White es el apellido de mi padre.-dijo con el mismo tono, siguiendo con la mirada mis movimientos. Quedé justo enfrente de él, levantando mi cabeza cómo si eso fuera a compensar los centímetros que me faltaban para superarle. Su bonita sonrisa me dejó embobada el tiempo suficiente para que él sacase su móvil y me señalara.-¿Y cuál es tu nombre, niñita?
-¡No soy una niñita!-repliqué furiosa, bajando su mano.- Mi nombre es Gwendolin Moira Angela Darling.
-Que nombre más feo, es demasiado largo.- chistó el chico, haciéndome hervir por dentro.
-Mis amigos suelen llamarme Wen.-dije orgullosa, lo que pareció a Peter gracioso.
-Bien, pues te llamaré Wen.-añadió él, dándose la vuelta dispuesto a irse sin prestarme mucha atención, aunque para mí no fue suficiente, Tootles me dice que está muerto, y luego cuando le veo más vivo que nunca actúa de esa forma, ¿Qué estaba pasando?
-Tú no eres mi amigo.- seguí, empezando a andar hacía él, paró de golpe haciéndome chocar con su pecho.
-Yo creo que sí, apunta.-me sonrió divertido con el gesto burlón que solía extrañar y comenzó a dictar una serie de números, los cuales supuse que sería su teléfono.
-Lo siento no me ha dado tiempo a...
-No importa, ven aquí mañana a las tres, no te olvides.-interrumpió girándose, le retuve cogiéndole de la mano y nuestros ojos chocaron.
-¿Dónde está Peter Pan?
-Hay quien dice que murió, otros piensan que vaga por las calles de Londres en busca de su Wendy, yo creo que forma una parte especial de mí. Ahora dime tú, ¿Qué fue de Wendy?
-Hay quien dice que se suicido, otros piensan que sigue encerrada en su cuarto esperando que su Peter Pan aparezca por la ventana dibujada de su pared y la salve de esa prisión, aunque yo también pienso que sin ella no estaría dónde estoy ahora.-dije con una sonrisa algo triste, seguí sin comprender todo lo que me había dicho Tootles y el porqué él estaba ahí.
-Ya veo, he de irme...
-¿Porqué Max me dijo que estabas muerto?.-pregunté antes de que se marchara.
-Yo se lo pedí, no quería que me buscaras hasta que estuviera listo.-respondió rascándose la nuca y sonriendo levemente.-Pero eres demasiado persistente.-sonrió más anchamente, haciendo que sus ojos brillasen y me dio un beso en la mejilla.-nos vemos Wendy.
Vi cómo se alejaba, y antes de girar una esquina miró hacia atrás con una cara enrojecida y una sonrisa nerviosa.
"Te estuve esperando, Wendy"
"Te estuve buscando, Peter"
Estuve esperando a Tootles, sin embargo, nunca llegó, y al llegar a la casa de mis tíos, no solo recibí un sermón por parte de George, también un mensaje del chico.
¿Te ha gustado mi sorpresa?
Maldito Max, él y su manía de confundirme siempre.
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¿Dónde está Peter Pan?[#1]
Teen Fiction"¡Nunca cierres la ventana! Si lo haces, ¿cómo te encontraré? " "No llores Wendy, sonríe, me encanta cuando lo haces de corazón" "¡No quiero crecer! Si lo hago seré igual que ellos y...¡no quiero dejar nunca jamás!" Esas eran algunas de las frases...