Tal cómo Peter me confesó, tardé mes y medio en verle, aunque eso no quitó que yo fuese por mi propio pie a nunca jamás para jugar con el resto de niños perdidos.
Durante ese fui madre, pantanesa, domadora de fieras, decoradora de nunca jamás y trepadora en proceso.
Tras la llegada de Peter llegó el último niño perdido, Slightly, un pequeño niño pelirrojo de cuatro años con unos enormes ojos claros y la tez llena de pecas. Era poco hablador, pero corría más rápido que ambos gemelos juntos.
El líder dio por finalizada la entrada o salida de nuevos niños perdidos, creando ese mismo día el cartel de bienvenida a nunca jamás, y decidieron que ese sería un buen día para que yo saliese de nunca jamás.
No, no había explorado más allá del árbol hueco, cosa que el nuevo inquilino hizo nada más llegar y los siete me guiaron por el bosque hasta llegar a una poza; según ellos "el lago de las sirenas", ya que unas niñas muy bonitas y con una voz preciosa solían jugar allí, pero ese día no llegamos a coincidir.
Era precioso, y a la luz de la tarde se podía ver reflejado el fondo cristalino junto a los peces multicolores que nadaban en él. En el centro había una gran roca saliente en la que los niños perdidos jugaban, y una pequeña catarata hacía más hermoso el lugar.
El único problema era, que no sabía nadar.
-¡Vamos Wendy!.-me llamó Tootles desde la roca central, en la cual él, Nibs y Curly estaban recostados cómo lagartijas al sol. No llevaban bañador, ni les importaba mojar su ropa, salvo a Curly, él tuvo que nadar con la chaqueta por encima de su cabeza para que no se le mojasen los bocadillos de jamón que había traído.
-¡Hey Wendy!.-me dijo uno de los gemelos agarrando mi brazo.
-¡Vamos a tirarnos juntos!.-siguió el otro, imitando el gesto de su hermano , vi mi vida peligrar cuando estaba a menos de diez centímetros del final de la roca, por lo que empujé a uno, el otro se quedó pasmado al ver a su hermano caer, por lo que también fue fácil tirarle.
Cuando sus dos cabezas salieron a la superficie me escupieron y salpicaron agua con el ceño fruncido, aunque pronto cambió su gesto a una risa al verme gritarles.
Jack tiró de mi camiseta hacía el lago y luego me miró esperando respuesta, negué y el pelirrojo echó a correr para tirarse de bomba. A pesar de ser un niño de pocas palabras se entendía siempre demasiado bien lo que quería.
Me senté junto a Campanilla en la hierba para ver cómo los gemelos y Tootles competían saltando desde la roca a ver quien salpicaba más, Slightly y Curly ya habían empezado a comer y Nibs se había quedado dormido tomando el sol, no hace falta decir que ese día se quemó.
-Bueno, supongo que a ninguna nos gusta el agua.-susurré para mí y la gata, me giré para tocarla con algo de miedo.-Quizás esta sea la oportunidad para llevarnos mejor, ¿no Campani...?
La gata echó a correr en cuanto notó mi mano en su lomo, tirándose sin pensarlo dos veces en el agua fría. Dicen que los gatos odian el agua, aunque ese día comprendí que ella lo prefería a estar conmigo.
Cuando la vi nadar hacía la roca donde estaban los demás me percaté de que faltaba el líder, pensando dónde podría haberse metido.
Nadie sabe en qué piensa Peter Pan.
Segundos después me arrepentí de a verle invocado con el pensamiento, ya que me encontraba volando por los aires y en camino de chocar contra el agua, grité y cerré los ojos con fuerza.
Puede que el miedo hiciese más larga la caída, lo único que sé es que cuando abrí los ojos para saber a qué distancia estaba del agua, fue cuando me hundí, cayendo hacía abajo con los ojos abiertos y viendo a través de agua cómo Peter encima de la roca reía triunfal.
El agua estaba congelada, se me clavaba en la piel cómo finas agujas, aunque no sé qué esperaba de un río, lo que sí me pregunté fue cómo el resto se podía bañar con tanta naturalidad.
Cuando logré sacar la cabeza empecé a patalear en busca de algo dónde tener estabilidad, por no explicar el agobio que estaba pasando al no encontrar nada en lo que sostenerme con los brazos. Mi boca y mi nariz tenían una pelea contra el agua, con el fin de poder respirar, aunque a cada bocanada parecía entrar más, haciéndome toser y tragar más.
Al principio escuché la risa de Peter, aunque cesó pronto, luego empezó a llamarme asustado, aunque me pareció una eternidad desde que le oí gritarme hasta que alguien consiguió sujetarme.
-¿A ti que te pasa?¡Casi me matas del susto!¿Porqué no nadas?¿Es que no sabes?.-me chilló Peter enfadado, yo negué tosiendo en su hombro, tras eso enrosque mis brazos en su cuello, con la esperanza de no volverme a hundir, ya que claro, estaba en los brazos de mi brillante príncipe, ¿cómo iba a ahogarme?-Pues ya va siendo hora de que aprendas.
Se puso a bucear, y agarrada a su espalda el fondo y los peces se veían más brillantes que nunca. Al salir se fue acercando a la roca dónde se encontraba el resto, ayudándome a subir y gritando con alegría.
-¡Wendy no sabe nadar!.-se colocó los brazos a ambos lados de las caderas y me miró sonriente, seguido de seis miradas más.
A partir de ahí la tarde se complicó para mí, saber nadar no es tarea fácil y todos querían que aprendiese cuanto antes, menos Nibs, él dormía con tranquilidad, y Peter a los cinco minutos se cansó.
Los demás seguían con empeño, Asher y Slightly me animaban desde la roca, mientras yo tenía que nadar desde Curly hasta Mattew, luego a Tootles y volver a Curly, así sucesivamente hasta dominar el mantenerme a flote.
Al anochecer, mientras estaba tirada en el césped intentando secarme vi cómo Peter tiraba agua con las manos a las hormigas y reía con ternura al verlas.
No entendía que estaría pasando por su cabeza al verlas, y supongo que el monstruo curioso de mi interior necesitaba saciarse.
-¿Porqué ahogas a las hormigas?.-pregunté sentándome a su lado con el ceño fruncido.-A ti no te haría gracia que llegasen unos gigantes y te echaran agua hasta ahogarte.
-¿Porqué no? Es divertido, además esta hormiga que se está ahogando eres tú Wendy, y esta tan grande y bonita que va a rescatarla soy yo, por no decir que las que están encima de esa piedrecita son el resto.-explicó señalando los insectos conforme decía, me produjo cierto interés en saber que le pasaría a la hormiguita Wendy a partir de ese momento, por lo que seguí observando a su lado.
El resto no tardaron en unirse, gritando cosas cómo "¡la roja es Nibs!", "¡me estoy peleando con Slightly!" o "¡esa gorda que se lleva toda la comida es Curly!".
Entre gritos y risas miré a Peter, el cual no para de reír y me pregunté, ¿cómo era posible que ese chico estuviera cambiando tanto mi mundo?.
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Muy buenos díasss
Ya se acaba el fin de semana D¨:, me he despertado esta mañana y me he dado cuenta de que aún me queda un día libre, no sé vosotros, pero a mi me ha dado una felicidad. Y entre eso, y el pedazo de sueño que he tenido (ya tengo ideas para dos historias más xdd), vamos que ya puedo estar todo el día contenta(salvo por la noche, ahí lloraré porqué se acaba mi tiempo libre).
Pregunta de hoy, sobre todo a escritores:¿A vosotros como os llega la inspiración? Yo normalmente, por no decir siempre, se me ocurren las ideas mientras duermo, y luego me despierto a la madrugada deseando que pase rápido el tiempo para empezar a escribir la idea, repasándola para que no se me olvide xd.
Cap dedicado a una lectora-escritora muy querida, gracias por todo <3
Muchísimos besos y fuertes abrazos^^
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¿Dónde está Peter Pan?[#1]
Novela Juvenil"¡Nunca cierres la ventana! Si lo haces, ¿cómo te encontraré? " "No llores Wendy, sonríe, me encanta cuando lo haces de corazón" "¡No quiero crecer! Si lo hago seré igual que ellos y...¡no quiero dejar nunca jamás!" Esas eran algunas de las frases...