Suspiro

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A penas me quedaba una semana y media para volver a Londres, por desgracia no había conseguido posponer la fecha de vuelta, George era deasiado firme a las promesas con su hijo. Aunque no podía juzgar a Jhon, si yo estuviera de vacaciones en un lugar dónde no me gusta estar tambien insistiría en marcharme.

Michael me preguntaba por Peter Pan, echando algo de sal en la herida de forma indiscreta, sé que no lo hace a proposito y juntos formulamos hipotesis de dónde estará y que ará.

De todas las ideas, la que más me gustó fue una que sugirió mi hermano, en la que decía que el chico estaba en el barco del capitán, surcando los mares en mi busqueda; mi interior rezaba para que fuese cierto.

Los días pasaron con tranquilidad, me habitué a ir todas las tardes a orfanato, en que las charlas sin sentido con Nibs y Curly, y perseguir a Carl hasta que me doliesen las piernas eran habituales.

Parecía que el mundo estaba en contra de que pudiera encontrarle, o al menos averiguar alguna pista, hasta que Curly anunció tres palabras.

-¡Mañana no faltes!.-exclamó desde su cama cerrando el portatil, tuve suerte de escucharle ya que casi cierro la puerta.

-¡Claro!¿Porqué lo dices?.-pregunté alzando un poco la voz y entreabriendo la puerta de nuevo.

-¡Mañana he quedado con los demás para hablar todos!¡Lo hacemos cada semana y quiero darles una sorpresa!-le escuché decir alegre, yo no me lo creí y volví a entrar a la habitación, pasando por el largo laberinto de literas hasta llegar al chico.

-¿Lo dices en serío?¿Todos?.-añadí emocionada, James se atragantó con el trozo de sandwich mientras reía de mi expresión y tuve que darle un par de palmadas en la espalda.

-Lo digo en serio, lo decidimos despúes de...bueno, de que se muriese el Capitán Grafio, no se si lo sabrás.-asentí, pareció mirarme con intriga, pero no tardó en sonreir.-Desde ese día decidimos poner en contacto todos los viernes, y me encantaría ver si se sorprenden tanto cómo Thomas.

-¡Claro!¡No faltaré!.-sonreí emocionada, viendo en esa tarde una oportunidad, podría volver a tener contacto con el resto de niños perdidos, y puede que alguno sepa algo más del desaparecido lider.

-Vale,¡nos vemos mañana Wendy!.-se despidió de mí y fuí de nuevo a la salida dando saltitos, lo que hizo que Carl me mirase raro para luego imitarme. Ambos salimos al patio dando saltitos, llegando hasta Robert, el cual seguía haciendo una aburrida guardia en la puerta, se rió a carcajadas al vernos llegar de esa forma.

Una vez al otro lado de la puerta me despedí de Carl con la mano, viendo cómo a traves de las rejas un objeto plateado brillaba en su mano, me llamó la atención.

-Carl, ¿que es lo qué tienes?.-pregunté señalando a través de los barrotes, el miró su mano y la hacercó a su pecho, alejandola de mí y diciendome con la mirada que era sólo suyo.

-¡Es mio!¡No te lo voy a regalar!.-me chilló de manera consentida mientras echaba a correr hacía los columpios, donde sus amigos le esperaban.

-¡Espera!¡Carl!.-llamé al niño de ojos grises, estirando el brazo cómo si eso fuera a retenerle, no lo consguí.

Suspiré.

"¡No suspires!¡Eso ará que tú felicidad se escape con ese aire!"

Apreté la mandíbula, maldiciendo a Peter y sus frases, las cuales no podré olvidar por culpa de sus encantadores ojos verdes.

Esa tarde rondaba la habitación desesperada, necesitaba verles, necesitaba saber que ciertamente ninguno sabía de la existencia de Peter Pan.

Fui al baño, dispuesta a mirar el reloj, pero una peste hizo que retrocediese.

-¡Oh dios!¿Quien...?.-giré mi cabeza para ver a Michael en el pasillo, algo sonrojado.-¡Eres peor que una mofeta!¿No sabes tirar de la cadena?

-Lo he hecho, pero... digamos que ni el caro perfume de mamá puede con mis dinosaurios.-dijo un tanto, ¿orgulloso?, intente no prestar atención a lo que había mencionado de gastar el perfume favorito de mi madre y lo que eso supondría; una malvada idea pasó por mi cabeza.

-Michael, ¿dónde esta Jhon?.-mi hermano me miró y una sonrisa cómplice se cruzó por las caras de ambos.

-¡Jhon!¡Jhon!¡Hay una rata en el baño!¡mátala!.-chilló el niño en dirección a dónde este se encontraba con mi portátil y los auriculares, los cuales tenía a tanto volumen que podía escuchar la música desde mi posición. El mayor bufó, acercándose al baño de forma pesada, sabía a la perfección que si se trataba de una rata sólo él podía encargarse.

-Esta detrás del retrete, ¡sácala de casa Jhon!.-le seguí el juego al pequeño, empujando al otro al interior del baño, para cuando este se dio cuenta en la trampa que había caído ya estaba encerrado.

-¡Sacadme!¡Me ahogo!¡Wen!¡Michael!¡Mis ojos me arden!.-gritaba con furia pegando golpes a la puerta.-¡Me las pagaréis!¡Mi venganza será eterna!

-Michael llegaré antes de la cena, procura que la silla no se mueva de su sitio.-le aclaré al niño de ojos azules señalando la silla que impedía la salida de nuestro hermano, este obedeció, haciéndose cargo del portátil y sentándose en la silla con tranquilidad.

Pobrecillo, parece que aún no sabe que Jhon tirara su ira en el primero que vea y que él también debería huir antes de que el mayor saliera por la pequeña ventana del baño.

Salí de casa, caminando con tranquilidad por las calles, a esta hora las señoras más mayores solían reunirse y jugar a las cartas en los portales; los niños corren por las calles, sabiendo el poco trafico que hay en ese momento; y finalmente las parejas que hay por la calle, abrazándose y demostrando su amor al mundo, les odié por restregarme que ellos no tenían que buscar más a su persona especial.

Peter, ¿quieres aparecer de una vez?

Estaba pasando por mi antigua escuela cuando el destino me hizo mirar a la izquierda, por la otra carretera y en dirección contraria paseaba una gata anaranjada con toda la tranquilidad del mundo.

-¡Campanilla!.-exclamé en su dirección, corriendo hacia ella; quizás no debería haber hecho eso, y menos a una gata que me odia, ya que lo único que conseguí fue que se grifase, me arañara y echase a correr lo más lejos de mí.

No me bastó con eso, por lo que la seguí, decidida a que si ella estaba por aquí, su dueño también, eran inseparables.

Corrí tras ella, la cual me condujo hasta una casa con la puerta entreabierta en la que se adentró. Tuve miedo, ¿Peter estaba ahí?, si ese era el caso, ¿Por qué no le había visto hasta el momento?.

Y toqué a la espera del propietario de la casa.

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Buenos días^^
Pregunta de hoy:¿Quien creéis que abrirá la puerta?
*Spoiler* Siento deciros que, obviamente, no va a ser Peter, a él le queda mucho, MUCHO para que aparezca.
Cap de hoy dedicado a una chica con historias increíbles, enserio que lo son.
Espero que haya gustado el capitulo de hoy :D
Muchísimos besos y fuertes abrazos<3

¿Dónde está Peter Pan?[#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora