Carl

1.2K 169 28
                                    

La pantalla del portátil de Curly se dividió en cuatro partes, indicándome que debía apartar la mirada hasta esperar mi señal.

Me recosté en la cama, escuchando cómo el chico de abajo conversaba con otros cinco chicos de voces graves, las cuales se me hacían irreconocibles, salvo la de Thomas.

Con mis ojos busqué las dos estrellas de cuatro puntas pintadas a rotulador en el techo, y al encontrarlas, un impulso me arrastro, haciendo que pasase las yemas de los dedos por los dibujos como si lo estuviese dibujando en ese mismo momento.

Peter, ¿es que no quieres que te encuentre?

Bajé la mano con suavidad, dispuesta a acomodarme de nuevo, aunque James comenzó a dar golpes a los barrotes.

-Sorpresa especial, te estoy llamando.-le oí decir, me llevé una mano a mi corazón apresurado, aún sin saber si se debía a el susto que me acababa de dar o a las ganas que tenía de ver a el resto.

-Tío James, ¿Qué te has fumado?.-¿Qué?¿¡James fuma?! me chilló mi cabeza, y parada a el comienzo de las escaleras me pregunté cuanto me había perdido.

-Ya ves, ¿Qué esperas que baje de la litera?.-preguntó otra voz, se escucharon risas y al rubio malhumorado volviendo a dar golpes a la barandilla. Los golpes zarandearon un poco la litera, aunque entre eso y mis manos sudorosas bastó para hacer que me resbalase.

-¡Joder Wendy!¿Estas bien?.-le veía desde arriba preocupado, por lo que asentí, escuchando el alboroto que habían montado los otros cinco al escuchar mi nombre. Me levanté con miedo de haberme roto algo, pero por suerte no tenía más de cinco moratones.

-Niños perdidos,¿Me echabais de menos?.-dije al entrar al campo de visión de la cámara, Nibs en el cuadro superior derecho reía a carcajadas por mi impacto, tanto que creí que se iba a caer de la silla, de nuevo.

Abajo un once añero pelirrojo me miraba asombrado, con sus ojos claros más abiertos de lo que pude imaginar y una sonrisa de oreja a oreja.

En la esquina superior izquierda los gemelos se preguntaban entre ellos si realmente era yo, o sólo alguien que se parecía a mí, Asher tenía el pelo revuelto aunque no sé si era porque se acababa de despertar o simplemente por que lo llevaba así, con algo de barba en proceso de tres días sin afeitarse, sus hombros y espalda más anchos, sin duda, ya no era el niño que conocía.

Su hermano a su lado no había cambiado tanto, al contrario que él, su cara estaba impoluta, su pelo peinado a la perfección y sus rasgos mucho más finos; no hace falta decir, que ya era imposible confundirlos.

Y el que más cambió para mí, el inquilino del cuadro inferior a la izquierda, parecía cómo si el niño gordito y adorable hubiera sido sustituido por otro irreconocible, ahora estaba mucho más delgado, su pelo cortado con el peinado que todos los adolescentes llevan, una preciosa sonrisa y una montura de pasta negra que cubría sus brillantes ojos.

-¿Wendy?.-preguntó Slightly, al escucharle no pude evitar poner una mueca.

-¡Dios!¿Y ese vozarrón?.-sonreí mirando directamente los ojos del chico que reía.

-¡Tienes que escucharte a ti!.-saltó Mattew entre carcajadas mientras se sobaba la barriga.

-¿Y tu voz de pito?.-añadió Tootles, lo que me hizo saltar .

-¿Y tus mofletes?¡Eran tan gorditos! Como apretujar la masa del pan antes de cocerla.-dije mientras apretaba la almohada entre mis manos, recordando lo que me gustaba agarrar las mejillas del niño y pellizcarlas hasta que se coloraban. Las risas comenzaron, aunque se hicieron más potentes cuando Curly se resbaló de mi lado y acabó en el suelo de tanto reír.

¿Dónde está Peter Pan?[#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora