¿Si?

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Ok... ando con un poco de sueño, así que no voy a decir mucho... sólo espero que estén disfrutando de la historia y que tengan ganas de leer :D

Capítulo XIX: ¿Si?

Quité su mano de mi cadera y me volví lentamente para mirarlo, él apenas si se movió de su lugar.

—¿Qué se supone que significa eso? —pregunté, sin saber exactamente si quería conocer la respuesta a eso. Sobre todo viniendo del hombre que me acababa de cabrear tanto, escasos minutos atrás.

Neil se encogió de hombros con sutileza. Ni siquiera él sabía lo que había querido decir, es más, hasta comenzaba a sospechar que sólo se trataba de otro de sus recursos de último segundo para no admitirse en desventaja.

—Significa lo que es —dijo, al cabo de un momento de consideración.

—Por favor, Neil. —Alcé ambas manos para poner un alto a todo ese absurdo, o quizá simplemente para detener el camino que pretendían tomar mis pensamientos ante el modo tan simple en que acababa de admitir que pensaba en mí—. Lo que menos necesito ahora es esto.

—Bueno, ¿qué quieres que haga? —me reclamó, tal vez esperando que aquello tuviese algún sentido para mí. Pues iba mal por ese rumbo, porque estaba tan o más perdida que él—. Porque no importa qué tanto intenté distraerme en Montreal —continuó frente a mi silencio—, lo único en que podía pensar era en volver para hablar contigo e intentar estar de acuerdo sobre la condenada cita. —Se pasó bruscamente una mano por su cabello corto—. Su, estaba desesperándome porque no me respondías... ni siquiera había pensado en que fuese una cita hasta que lo dijiste y no niego que me aterró un poco la idea, porque quería hacer algo distinto para ti, quería mostrarte que también soy capaz de hacer cosas bellas. Nunca quise que una mujer me conociera de ese modo, y creo que tienes razón, te llevé allí porque quería... diablos, porque quiero que me conozcas. Y lo hablé con Max para tener una opinión imparcial al respecto, él dice que en eso consisten las citas: dos personas intentando conocerse mejor. Así que técnicamente sí lo fue y no te estoy dando la razón sólo por dártela, incluso esperaba que me dejaras intentarlo una vez más ya con todos los conceptos claros.

—Neil... —comencé, aunque sin tener mucha idea de cómo continuar ante su apresurada confesión. Afortunadamente él me acalló con un ademan y una sonrisa algo resignada.

—Lo sé, lo sé, no quieres ningún tipo de relación conmigo, ¿así que por qué diablos querrías conocerme mejor?

Lo peor era que sí quería conocerlo mejor, pero lo que ocurría con Neil por algún motivo parecía sacado de contexto, llevaba el rótulo de "temporal" grabado en la superficie.

—Fuiste tú el que dijo que no sería inteligente pensar demás sobre esto, ¿ahora tienes segundas ideas? —Presionó su ojo derecho en un gesto que denotaba a todas luces que no sabía cómo proceder. Suspiré—. Te lo voy a simplificar, Neil. Sólo te atrae la novedad, en unos cuantos días ni siquiera te acordarás de mi nombre.

Ondeé una mano para despedirme de él, pero en vez de entrar en la casa opté por rodearla y dirigirme hacia la entrada privada que daba a la playa. Todavía no tenía ganas de ver a mis hermanos, además que no estaba segura de no entrar allí para alentar a Lucas a que pateara el culo de Neil. Yo me sentía muy capaz de convertirme en el abogado del diablo.

—Espera... —Acababa de alcanzar el anteúltimo escalón de madera, cuando oí su voz a mis espaldas. Sentí su mano cerrándose alrededor de mi brazo, pero por algún motivo en vez de tirarme hacia atrás me empujó con fuerza hacia adelante. Y al no haberme esperado eso, no tuve más opción que caer de bruces hacia la arena/piedras decorativas, y darme un muy doloroso golpe en la frente que hizo brotar lo peor de mí.

Lista del Padre Perfecto. (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora