Eres Mia(OP#2) ✔️

Cap. 5 ♥

ZOE POV

Lágrimas empapan mi mejilla, me deslicé por la puerta cuando sentí que mis pies flaqueaban, sus palabras resonaban una y otra vez torturando mi mente. Me había tratado de una fácil, una cualquiera, y no sé porque me sentía como la mierda. No debería sentirme de esta forma, no debería sentirme débil y vulnerable ante sus palabras pero no podía evitarlo. Tampoco podía evitar sentir todo éstos sentimientos que por tanto tiempo luché por esconder y tenía la esperanza que en un tiempo dejara de sentirlas pero luego de éste día todas las esperanzas fueron por la borda. Todos los sentimientos tan abrumadores volvieron a demoler mi cuerpo, sus toques, sus caricias, sus besos me llevaban a un mundo en donde solo existíamos él y yo.

Me odiaba por ser tan débil, no tiene el derecho de tratarme como lo hizo hace tres años atrás, volver y actuar como si nada hubiese pasado, como si todas esas palabras no me habían herido y dejado al borde de la depresión. No puede venir a tratarme como lo hizo hace minutos atrás cuando fue Él quien me empujó a ésto. No tiene el derecho a que yo esté pensando siquiera en él. No tiene derecho a que derrame una gota de lágrima a causa suya.

Me limpie el rostro con mis manos y me puse en pie al instante. Ya no era la Zoe que se dejaba llevar por sus sentimientos, ya no era la tonta masoquista que pensaba más en los demás que en su propia persona.

Ya no era la dulce llorona.

Con Seth aquí, podía demostrarlo con facilidad ya que sin él podía decir que lo había superado pero no tendría la total certeza si no lo veía, y ahora que lo tengo a solo unos pasos lo haría, aunque eso significara fingir no sentir nada por él cuando en realidad, lo sentía todo.

Estaba a punto de ingresar a mi habitación cuando lo escuché. El estruendoso ruido de algo al romperse, seguido de otros. Sabía lo que estaba sucediendo, lo había experimentado más de una vez y solo en una ocasión había salido lastimada físicamente pero eso no era nada comparado con los golpes emocionales que Seth me ha dado.

Observé desde mi posición hacia donde creo que provenían los golpes y no pude ver nada más podía escucharlo con claridad. Sus gruñidos, su voz ronca clamando mi nombre, eran parecidos a los de ayer pero a diferencia de que hoy nadie podía detenerlo. Solo estaba yo. No podía hacer nada por más que mi corazón se estrujara al pensar en los daños que se hacía a sí mismo, el miedo de lo que pueda llegar a hacerme me hacen desistir a la idea de hacerlo. No soportando más escucharlo corrí hasta mi cama rápidamente poniéndome mis converses, tenía que salir de aquí lo más antes posible.

Seth ya no era mi responsabilidad. Era increíble que con solo verlos las putas murallas que había levantado, cayeron de picada. Había bajado la guardia pero eso ya no pasaría, me había tomado de sorpresa pero de ahora en más, le daría un poco de su propia medicina. Nunca fui partidaria del rencor pero él, él se había ganado todo este enojo y desprecio mío.

Algo de lo que me gustaba de mi país natal era su tranquilidad y que aquí podría ser una chica normal y no la cantante estrella en la que me he convertido. Correr por las calles sin que un tumulto de personas interponerse en mi camino era un alivio para mi, no podía negar que me encantaba la atención que los "fans" me brindaban en cuanto pisaba las calle de Nueva York, las sonrisas de satisfacción de cada una de ellas me daban más motivos de seguir creando músicas y ser - con mucha dificultad- una chica ejemplar, alguien a quién seguir los pasos y por sobre todo a ser fuerte, enfrentar los problemas y situaciones de la vida con una sonrisa siempre en alto.

Pero no todo era color de rosas -bueno, nunca lo fue- aunque demostraba ser fuerte no lo era, al contrario cada noche me quebraba por todo y cada uno de los recuerdos que había pasado desde mi niñez; los golpes, las lágrimas, las burlas, Seth, Lorena y Nicol. Aunque intentaba convencerme de que nada era culpa mía, lo era. Yo dejé que Seth se burlara de mí, nunca le puse un alto y había tirado mi dignidad todo por querer ayudarlo para que al fin y al cabo él terminara destruyéndome luego de lograr su objetivo.