Eres Mia(OP#2) ✔️

cap. 26●

Siento una punzada en mi pierna, mis ojos pesan como miles de rocas y no puedo abrirlas por más de que lo intentaba. ¿Donde estoy? ¿Qué pasó?. Trato de pensar pero las voces lejanas hizo que mi atención se volcara en ellas. La voz femenina me era muy familiar y lo reconocería aunque estuviera en el otro mundo, Emily, y la otra voz, una masculina también podría reconocerlo a mil años luz de aquí. Sus voces solo eran susurros pero audibles para mí.

--- Es mi culpa. --- Suelta Seth. --- Nunca debí haber accedido a ir hasta esa puta cabaña para empezar. --- Espeta con cierta frustración.

Al principio estaba desorientada ¿Cabaña? ¿Se fue sin mi?.

--- Lo sé. --- Emily suspira. --- Pero creo que Kate se pasó de la raya. No debió hacerte ese desafío.

Kate.

Kate.

¡Kate!

Como si fuese una pesadilla, los recuerdos me vienen como una gran oleada llevándome al fondo del agua impidiéndome respirar.

--- ¡Zoe!--- La voz de Seth se escucha a lo lejano.

No podía respirar, el agua comenzaba a ahogarme. Escuché el sonido de unas máquinas y sentí como unas manos comenzaban a tocarme la muñeca y por debajo de mi cuello.

Sentía que debía de luchar contra la marea, tenía que nadar sin importar que mis piernas no respondían, debía de sacar fuerzas de donde sea y aunque, no quería, tenía unos motivos para hacerlo. Mel, mi hermano, Meredith y mis fans. Luché contra la corriente hasta que por fin salí de la superficie pudiendo por fin respirar.

Abrí mis ojos al comenzar a respirar como si me estuviese ahogando. Mi cuerpo, por inercia, se había levantado de la cama, sentí dolor en todo el cuerpo por lo que no dude en proferir un gemido de dolor.

--- Zoe, vuelve a acostarte. --- Escucho la voz de un desconocido.

Mi cabeza, a pesar del dolor, se vuelca en dirección a donde provino la voz y mis ojos se encuentran con Gérard, mi médico personal. Hice lo que me había pedido solo porque sabía que lo que él me decía, lo hacía por mi bien.

Aun me costaba respirar bien pero con la ayuda de Gérard pude regularizarla y poder respirar con tranquilidad.

Cuando dejé de sentir la puntada, que cause ante mi brusco movimiento, suspiré y por fin pude poner atención a lo que el doctor me decía.

--- La caída al parecer fue brutal Zoe. --- Comenta. --- Caíste sobre algunas partes rocosas por lo que golpeaste tu cabeza y también las rodillas. Estuviste inconsciente por cuatro días por lo que tuvimos que hacerte la operación con cuidado. Gracias al cielo, no fue necesario unir tus huesos con unos tornillos. Podría decirte en términos médicos pero te ahorro las preguntas.

Mis ojos no dejan de mirarlo mientras me informaba. Procesar toda esa información sin alarmarme era mucho para mi por lo que, sentir como mi corazón se aceleraba y escuchar las máquinas informar acerca de mi estado no era algo que no pudiera esperarse.

--- ¿Cuatro días? --- Balbuceo. Él asiente y trata de tranquilizarme. --- El concierto. --- Exclamo.

Tenía un concierto el Martes a beneficio de lo niños del hogar "Sol", una ayuda social a los huérfanos de aquella casa. ¿Qué pensarán de mí ahora? Les había fallado y les había quitado el sueño de estudiar como todos los niños de su edad. ¡No puede ser!.

--- Zoe, calma. --- Me dice Gérard. --- El concierto se dio.

Frunzo el ceño. --- ¿Cómo? --- Pregunto desconcertada.