Seth Pov.
Mis ojos se cierran con fuerza, aunque la decisión de ésto no era por voluntad propia estaba obligado a hacerlo.
Mis manos temblaban a medida que sostenía el arma entre ellas, además de que el sudor no estaba ayudando a que la seguridad sea vista en mi. Sus ojos estaban cerrados, su melena negra se encontraba casi cubriendo su rostro, sus puños descansando a los lados de su cabeza, sus labios entreabiertos y su cuerpo transmitiendo tranquilidad y paz.
Estaba siendo un cobarde, pero ¿Cómo podía hacer ésto? ¿Cómo hacerlo cuando era tan solo una niña? ¡Y vaya niña! A pesar de la penumbra podía ver con claridad su rostro, parecía un ángel caído del cielo. ¿Que pudo haber hecho esta niña para que quieran asesinarla?.
Cerré los ojos una vez más para después abrirla ya con la decisión tomada.
Mis manos cogieron con seguridad el aparato entre mis manos apuntando directamente a la víctima. Era ahora o nunca. Ésto era mi pase para la libertad, mi último trabajo, mi último asesinato pero ¿Porque estaba tan nervioso?.. ¡No Seth! Deja de pensar y actúa.
Un suspiro largo y me preparé para dar punto final a la morena. Estaba a punto de apretar el gatillo cuando un ruido fuera de la habitación hizo que sus ojos se abrieran de golpe y éstas se fijaron en mi. El miedo y el susto eran reflejados en ellos. No gritó, no hizo nada más que quedarse estática en su lugar observando consecutivamente mis ojos y el arma entre mis manos apuntando directo a su corazón.
Era increíble cómo podía estar tranquila en situaciones como esta, si fuese yo estaría desesperado y entrando ya en pánico pero mirándola detalladamente pude ver la hematoma azul debajo de su ojo izquierdo y otras más en sus brazos. ¿Pero que coño...?.
Estaba a punto de abrir la boca para hablar cuando el grito de un señor invadió la estancia. Baje la pistola y en un rápido movimiento pude salir por la ventana escondiéndome en el balcón. No pasó mucho tiempo cuando escuche la puerta principal abrirse y los gritos fueron más fuertes que me sorprendí que las personas alrededor no pudieran escucharla o si lo hacían no acudieron a su ayuda. Unos golpes fue lo primero que distinguí entre los sollozos y los gritos del viejo antes de que saliera de ese lugar.
Cobarde.
Debí entrar por la puerta y socorrerla. Pero ¿Qué sentido tendría? Al fin y al cabo, yo estaba a punto de acabar con su vida.
Media hora después ya me encontraba frente a Lorena y sus guarujas. Lorena había dejado en claro que tarde o temprano, tendría que acabar ese maldito trabajo. Estaba en serios problemas pero eso era lo que menos me importaba, la voz pidiendo clemencia de aquella niña era lo único que mi mente podía escuchar.
Ni siquiera los golpes que me estaban dando pude sentir.
"Ayuda"
"Ayuda"
"Ayuda"
"Ayu...
--- ¡Seth! --- la voz varonil empezó a hacer que mi cuerpo comenzara a despertar. Aquel sueño empezó a desvanecerse en segundos.
Una y otra vez escuché la voz pero me negaba a abrir los ojos, me negaba a dejar que la imagen de aquella chica desapareciera de mis pensamientos hasta que la imagen de Zoe arrastrándose hasta el punto de golpearse la cabeza y desmayar me recuerdan en dónde estoy y a que vine.
--- Maldición.--- Gruñí despertando de golpe.
Mi cabeza chocó contra algo duro haciéndome gemir de dolor. El cuerpo frente a mí hacía lo mismo sobándose la mandíbula.
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Eres Mia(OP#2) ✔️
RomanceSegunda parte de "Obsesión Prohibida" Seth vuelve a casa luego de tres largos años dispuesto a luchar por lo que habían tenido con Zoe, pero jamás se puso a pensar que Zoe podía haber pasado de página y ahora deberá luchar como nunca antes lo hizo...