Eres Mia(OP#2) ✔️

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Caminé de un lado a otro tratando de procesar todo lo que estaba ocurriendo, nada tenia sentido antes y nada lo tiene ahora. Seth en principio quería volver conmigo, hacia todo cuanto estaba a su alcance para poder hablar conmigo aun cuando yo había puesto resistencia pero logró traspasar el muro que construí y lo consagre como un "AntiSeth". Todo cuanto hice, lo hice pensando en no volver a verlo pero luego de tres años de lucha constante conmigo misma para no pensar en él, para no verlo, todo fue al caño con la primera mirada que nos dimos en la cocina de su casa, todo fue al caño con el primer beso que nos volvimos a dar, todo fue al caño cuando me entregue a él sin importar las circunstancias, todo fue al caño cuando volví a confiarle el corazón y luego todo volvió a ser realidad, todo aquello que Seth prometió no volver a hacer, las volvió a hacer sin razón aparente. 

Razones que hoy aparecieron y me serian revelados en cuanto él saliera del baño.

Mi vida comenzó a desmoronarse ante su llegada, comenzando con el hombre que creí que era diferente llegó a ser igual a los demás mujeriegos y egoístas. La única cosa que no llegó a desmoronarse fueron mis conciertos y el amor de mis fans y me alegra saber que tengo el apoyo de ellos, que sin importar nada estarán ahí para mi.. o eso creo.

Seth salió del baño con mucha lentitud y soltando pequeños gemidos de dolor. Me acerqué rápidamente a ayudarlo. La ropa de Luke se adhería mucho a su cuerpo debido a que Seth era mucho más grande que él.

--- ¿Tienes pastilla para el dolor? --- Pregunta en cuanto lo bajo en la cama.

Asentí con la cabeza.

--- Ahora vuelvo. --- Le digo.

Me dispongo a caminar hacia la puerta pero la mano de Seth rodea mi muñeca deteniéndome. Vuelvo el rostro hacia él con una ceja levantada.

--- ¿Puedes traer las palomitas que sobraron? Muero de hambre. --- Confesó con timidez.

No pude evitar sonreír. --- Por supuesto.

Seth suspira. --- Gracias.

Asiento en respuesta y es hasta entonces que me deja en libertad.

*

Cerré la puerta con seguro y le entrego a Seth las pastillas junto a las palomitas y un sándwich que casualmente tenía en el refrigerador, no lo hice, estaba en el refrigerador.

Seth me agradece devorando el emparedado con devoción, se deslizó de la cama sentándose al suelo. Me senté a su lado a una distancia considerable esperando a que terminara de comer. Me era muy extraño que tuviera apetito puesto que comía con normalidad o es lo que yo pienso. Meredith cocina a diario y sus comidas son exageradamente ricas.

Flexione las rodillas y las abracé levemente.

Seth suspiró luego de terminar de comer. --- Aunque no lo creas. --- Sentí su mirada sobre mí. --- Es la primera vez que como una comida luego de tres días.

Vuelco el rostro extrañada hacia él. --- ¿Que...?

Seth apoya su rostro en el borde de la cama mientras eleva los labios hacia arriba.

--- Hay tanto que decir. --- Suelta. --- ¿Creo que es hora, cierto?

Asentí en respuesta. --- Tienes mucho que explicarme.

Seth voltea el rostro dejándome en vista su perfil. Verlo tan relajado volvía a ser extraño para mi.

--- ¿Recuerdas cuando tuve esa reunión con los hombres de Lorena?. --- Pregunta.

--- Si. Lo recuerdo. --- Respondo.

--- Bien, no fue una reunión común. --- Rió con amargura. --- ¿Sabes porque? Porque apenas llegué me recibieron cuarenta hombres armados dispuestos a matarme. Todos fueron contratados para darme caza. En ese momento creí que llegó mi hora, pero iba a dar lucha, no iban a matarme fácilmente porque tenía un motivo por la cual volver... --- Seth conecta la mirada con la mía dejando de hablar.