Corazón travieso (BTS JM)

VI - Regalo simbólico

~NARRA HA NEUL~

Acababa de venir de mi última clase hoy. Todo lo que hemos estado haciendo es repasar para los finales y terminando unos proyectos. 

En este momento me encuentro en la biblioteca estudiando con una montaña de libros por delante porque quiero tener unas notas altas para demostrarle a mis padres que puedo superar sus expectativas, y por eso Danbi me llama "Haneul la nerd". 

Hablando de Danbi, aun no he hablado con ella desde el incidente.

Estaba leyendo cuando una chica se sentó a mi lado, llevaba tantos libros que no podía ni ver su cara. Cuando me fije en los libro que traía, pensé que era muy rara porque los libros no estaban relacionados. Unos eran sobres leyes, medicina, astrología, arte, historia, literatura. ¿En qué curso estará esta?

Me sorprendí cuando de entre esos libros vi asomarse la cabeza de Danbi. Por eso lo explica todo.

 —¿Qué estás haciendo con tantos libros? ¿Eres Danbi de verdad? Tienes fiebre —dije poniendo mi mano sobre su frente. Gracias a dios que no.

—¡Shhh! Esta es mi tapadera para que el bibliotecario no me eche —dijo Danbi.

—Pues no te pega —dije y me reí porque parace muy concentrada leyendo el libro pero solo esta mirando la misma página.

—¿Qué tal tu vida? —dijo aun mirando el libro.

—Pues nada, ya soy una futura esposa. Tenemos hasta una cena junto a la familia Park. Por formalidad.

—Haneul lo siento de verdad. Es mi culpa por eso estas así ahora.

—No preocupes más por eso. También quise ir a la discoteca. No te eches a ti la todo la culpa, déjame a mi también.

—Tsk. Tu situación no es ninguna broma. Si yo no le hubiera dicho a tu padre que Jimin y tu sois cercanos, no estarías en aprietos.

—Es que eres loca. ¿Por qué le dijiste eso? 

—Creí que se enfadaría menos, por eso le dije eso. No había pensado que haría eso.

—Dejémoslo. Sabes, tengo hasta ventajas de estar en esta situación. Ya no tengo que pensar en mis pretendientes —dije. Tampoco puedo estar de bajón para siempre.

—Tienes razón. Tieden a ser molestos a veces. Y si me caso forzada también.

—Tonta, aun tienes la oportunidad de conocer tu príncipe azul. No lo malgastes —dije. Espero que no se haya notado la decepción en mi tono de voz. Mi corazón sigue de luto porque ya le dicho adiós a mi príncipe aunque aún no le he conocido.

Se rió —Eres tan infantil a veces. Pero lo siento de nuevo, no puedo dejar de sentirme culpable.