Corazón travieso (BTS JM)

IX - Cuidado con él

~NARRA HA NEUL~

Al día siguiente

Me encontraba ahora mismo en la sala de arte, aquí es donde a menudo van los estudiantes de arte. Es un lugar donde pueden dibujar, pintar o esculpir con total libertad. Es un lugar donde hay una explosión de creatividad.

A diferencia de mi, que estoy trabajando en mi proyecto final. Tendremos una exposición de nuestras piezas, en las que vendrán invitados respetados y artistas notables.

El tema es sobre nuestros sueños y tengo un problema en eso, que no tengo uno propio que pueda llamar mi sueño porque solo quiero que mis padres se sientan orgullosos de mi. Así que estoy haciendo un pop art del cielo de noche, porque para mi las estrellas simbolizan nuestros deseos y junto a ellos nuestros sueños, pero no estoy satisfecha con mi concepto.

La semana que viene es nuestra exposición y aun no he encontrado algo que me inspire.

—Haneul~ —dijo Danbi apareciendo de repente —¿Qué estás haciendo?

—¿Esto? Estoy pintando sobre mi sueño —contensté mientras pintaba.

—Eso no me importa. Cuéntame ¿qué pasó en vuestra cena de anoche? —dijo sentándose a mi lado.

—Mm... ¿Dónde empiezo? —dije rascándome la cabeza.

—Desde el principio quizás —dijo sarcástica.

—Vale, pues me he preocupado por nada. Los padres de Jimin eran muy amables y les gustó los que les regalé —dije volviendo a lo que estaba pintando.

—Y que más...

—Resulta que el chico simpático que te conté que había conocido en el parque y que me dio un helado, es primo de Jimin.

—Wow. Eso es algo. Es el chico esperanza ¿verdad? ¿Y qué? ¿Le contó a Jimin lo que le contaste?

—No, me ha dicho que eso queda en secreto entre los dos y que puedo seguir contándole mi vida.

—Tsk. Creo que el chico esperanza me va a sustituir. Estoy celosa.

—No digas eso, siempre serás mi única y mejor amiga.

—¿Y qué tal estás con Jimin? ¿Algún progreso? —dijo y suspiré.

—Nos casaremos dentro de un mes y medio. Definitivamente, adiós a mi príncipe azul.

—¡¿Qué?! ¿Tan rápido? De verdad te han vendido tus padres. ¿Quieres que te fugue? Puedes quedarte en mi casa —ofrecía Danbi.