Cap XII. El día en el que te conviertes en una pequeña criminal.

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Una chica me observa de abajo a arriba. Resoplo."Menos mal que solo es ella". No es muy alta. Su pelo esta cortado a media melena y es castaño. Tiene la nariz chata y cubierta de pequeñas pecas. Los ojos son de un color verdoso. Deduzco que tendrá uno o dos años menos que yo.
-Qué. - respondo a su mirada.
+ N-nada... - se dirige a la pila y se enjuaga los ojos. Parece que ha estado llorando. Llevaba bastante tiempo ahí aburrida, así que decido hablar un poco con ella.
-¿Qué te pasa?
+Me han empujado, se me ha aplastado el pecho y no podía respirar. Pero ya estoy bien.
-Oh.
+ ¿Y tú?¿Qué haces aquí? Esto es muy siniestro... - señala la ventana rota que hay a la derecha.
- Me escondo.
+ ¿Estas jugando al escondite?¿A estas horas?
- No, no es un juego. Me buscan...
+ ¿Por qué?
- Se puede decir que soy como una pequeña criminal. - Después de esto, se separa de mi dando varios pasos hacia atrás.- Pero eh. Tranquila, que soy buena gente...- digo levantando las manos demostrando que soy inofensiva.
+ Eso espero... ¿Y qué has hecho?
- No lo sé muy bien. Yo lo llamo defensa personal. Bueno, no exactamente... Me hartaron y creo que le rompí la nariz a uno.
+ ¡Eres tú!... La chica puñetazos...
- Ni dos horas han pasado y ya me han puesto un mote. Aunque lo prefiero a otros muchos que tengo... - "Fea, guarra, anoréxica, marginada, enferma..." pienso.
+ Pues algunos profes te estaban buscando...
- No estaría aquí si no fuera así. Este lugar es asqueroso. Puag.
+ Lo sé.
- Hay mas baños, ¿por qué vienes aquí?
+ Nunca hay nadie, necesitaba agua y no quería esperar... Los de arriba están llenos de chicas haciendose fotos con morros y sacando culo. Paso.
- Entiendo...
+ ¿Y qué vas a hacer? Vas a tener que salir antes o después.
- Cuando sea el cambio de clase me voy a casa.
+ ¿Cómo?
- Me escabulliré entre la masa y me iré...
+ Hay siempre un profesor al lado de la puerta...
- Los de un curso mayor salen a esa hora. Me mezclo entre ellos... Seguro que no me ven.
+ Yo quiero ir contigo... - da pequeños saltos. - Por cierto, ¿como te llamas?
- Emma, ¿tu?
+ Sonia - sonríe.
- No puedes venir, si te descubren será mi culpa...
+ No quiero seguir aquí, todo el mundo se mete con mi altura.
- Ojalá sólo se metiesen conmigo por eso...
+ ¿Qué?
- Nada, dejalo... - miro mi reloj.


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