Saca sus libros de la mochila y me mira extrañado.
+ ¿Tus...cosas? - Me susurra.
- Eso me pregunto yo... - Frunce el ceño y su mirada se dirige a los dos chicos que antes se reían. Les hace un par de señas. El profesor les manda callar enseguida.
+ Toma... - Arranca una hoja de su cuaderno y me la ofrece a la vez que desliza su libro entre las dos mesas.
- Gracias... - Sonrío.
El profesor da varios golpes en la pizarra para captar nuestra atención.
+ ¿Te has enterado Emma? - Dice en alto.
- Si... - Me limito a contestar en voz baja, aunque no sepa de qué está hablando.
+ Muy bien, pues por favor sal aquí y haz un resumen de lo que acabo de explicar. - Mierda. Mierda, mierda, mierda, mierda.
Miro a Ismael asustada. Él asiente con la cabeza, cosa que me da confianza. Me levanto de la silla y me dirijo hacia la pizarra, mirando al suelo. Alguien me intenta poner la zancadilla, pero levanto el pie y la esquivo con facilidad. No subo la mirada. Me da mucho miedo hablar en público, no me gusta ser el centro de atención.
+ Por favor, empieza... Si quieres puedes hacer un esquema en la pizarra. - Me tiende la mano, con la tiza. La cojo. Me dispongo a escribir pero cuando voy a poner la primera palabra, llaman a la puerta y, una señora bajita y rellena dice mi nombre en alto. No me lo esperaba. Entro en tensión.
- Soy yo.
+ El jefe de estudios te espera. - Dice la secretaria. Levanto las cejas.
- ¿El jefe de estudios?
+ Si, venga que no tengo todo el día. - 'Vieja amargada...' Dejo la tiza y salgo de la clase.
- ¿Por qué el jefe de estudios? ¿Qué quiere decirme? - Pregunto.
+ Eso ya lo verás. No es mi trabajo.
Bajamos un piso y llegamos a un largo pasillo que termina en una puerta. Está entreabierta. La secretaria se acerca y yo la sigo. Toca varias veces con los nudillos y asoma la cabeza. Le informa de que ya estoy aquí y me manda pasar.