Cap XXXII. La que me va a caer.

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Cuando nuestros labios se separan, sonrío inconscientemente. Él me abraza y apoya su cabeza en la mía. 

+ Te huele bien el pelo. 

- Gracias.

+ Deberíamos ir a casa. Es tarde y aún queda la vuelta. - Me coge de la mano y empezamos a andar.

- ¿Estás bien? - Pregunto. Después de las ideas que se le pasaban por la cabeza en el acantilado ya nose qué piensa... O qué siente.

+ Sí. Estoy bien...

- Eso espero, de todos modos, sabes que estoy aquí. - Asiente con la cabeza.

23:00

Llegamos al banco de siempre. Debajo de la farola. No hay nadie.

- Por las noches este parque me da escalofríos. - me agarro a su brazo.

+ Ven aquí. - Se agacha un poco para que me suba en su espalda. Doy un pequeño salto y le rodeo el cuello con mis brazos.- No tan fuerte que me ahogas. - Me suelto un poco y dejo caer mi cabeza en su hombro.

- Ismael...

+ Dime...

- Estoy confundida. - Decido ser directa.

+ ¿Por qué?

- Lo que ha pasado en el acantilado... ¿Qué significa?

+ Creo que el acto ha hablado por sí mismo.

- Pero... - Sonríe para sí mismo.

+ Creo que tu madre te va a regañar...

- No me importa. Estoy bien aquí.

Sus manos sujetan mis piernas. De vez en cuando sus dedos las acarician. Huelo su aroma. Me encanta.
Llegamos al cruce donde la noche anterior nos separamos. Me intento bajar y él se agacha para que me sea más fácil llegar al suelo.

+ Creo que nos tenemos que volver a separar. - Digo con voz triste.

- No. Te acompaño a casa, es tarde... No quiero que te pase nada. - Su brazo me rodea y sujeta mi cintura.

+ No hace falta... - Lo digo por educación. Es tarde y no hay nadie por la calle. La verdad es que me da bastante miedo ir ahora sola.

- Sí. - El semáforo se pone en verde y pasamos los dos.

+ Gracias...

23:30

Subo el pequeño escalón del portal. Me giro. ¿Cómo me despido de él? ¿Beso? ¿Beso en la mejilla? ¿Abrazo?... Estoy a la altura perfecta. El escalón es la diferencia entre nuestras medidas. Opto por abrazarle. No quiero que se vaya. El abrazo termina en un beso. Cierro los ojos. Me encanta. En ese momento suena su móvil. No quiero soltarle. Él tampoco lo hace. Ignora su alrededor.

+ Te quiero. - Me da un último beso y sale corriendo mientras contesta a su móvil. Yo me quedo de pié. Inmóvil. Observándole. Aún me cuesta creer lo que me está pasando.





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