+ ¡Emma!
- Que...
+ Llevo intentando llamarte mas de 1 hora. ¿Donde te habias metido? - parece enfadada- ¿Sabes lo preocupada que estaba? ¡Me habian dicho que en el instituto no estabas!
- Y no estaba... - mi voz suena suave.
+ ¡Quiero explicaciones! ¡Ahora!
- Mira, estoy harta mamá. Estoy harta de que la gente no me acepte. Estoy harta de que me insulten, de que me desprecien... ¿Por qué no encajo? ¿Qué he hecho? - pensar en todo ello me deprime. Se me hace un nudo en la garganta.
+ Hija, hay otras formas de solucionar eso. ¿Era necesario un puñetazo?
- No. - me limito a responder. " Pero no me arrepiento" pienso para mis adentros.
+ Pues para tu información, esa tontería te va a costar cara. Te han expulsado un día. - "¡Bien! No tendré que soportar a nadie. Me lo tomaré como un día de vacaciones."
- Vale.
+ Que sepas que estoy decepcionada. - Lo siento mamá.
+ Eso diselo al chico al que le has fracturado la nariz.
- Se lo merecía. - me siento delante de la puerta de casa, donde hay un descansillo. Me apoyo en la pared.
+ Puede que sí. Pero a veces hay que controlarse. Mucha gente se merece más que eso. Esto no es propio de ti.
- Vale, perdón. No volverá a ocurrir.
+ Mas te vale señorita.
- Mamá, estoy en la puerta de casa. Empapada... Se me han olvidado las llaves... ¿Como abro?
+ Sí, he visto tu mensaje. Pídele unas al portero, siempre tiene de repuesto... Por si acaso...
- Podrías habérmelo dicho antes.
+ No me hables así.
- Lo siento...
+ Tengo que colgar. Hasta luego.
- Te quiero.
+ Y yo.Cuelga.