Capítulo 7: Voces

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Abrió la puerta y poco a poco se fue iluminando. Estaba todo demasiado oscuro y él me pidió unos segundos que yo le di sin ningún problema. En un momento hizo desaparecer la negra noche con el simple gesto de apartar las cortinas.

Di un pequeño paso y entré.

No era un despacho demasiado grande, pero ese pequeño espacio ya tenía más color que toda la residencia junta.

Las paredes eran de madera, brillaban con un tono cálido. Había cuadros de grandes pueblos y algunas fotografías enmarcadas y colgadas. Los muebles le daban color a la habitación y la luz entraba por las grandes cristaleras dando una sensación de calma muy necesaria.

-Siento el desorden.

Me dijo sentándose en su sillón de cuero negro. Su "desorden" no era más que cuatro papeles mal puestos en su gran mesa de madera caoba.

Y por un momento me vino la imagen del día en que él y yo nos conocimos. No fue en este lugar porque la mesa que yo creía recordar era metálica, y todo ese color, junto con la madera de las paredes, no existía.

-Siéntate.

Y me senté.

Mi silla era de cuero blanco.

-Bueno... Aquí estamos de nuevo. -sonrió.

No me sentí demasiado bien, pero le devolví la sonrisa un tanto forzada. El hombre no actuaba mal, solo era su trabajo. No parecía ser una mala persona.

-Me temo que vamos a tener que repetir el interrogatorio, pequeña.

Sacó una carpeta de un cajón, su bolígrafo del bolsillo de la bata y luego se puso las gafas.

-Para empezar. -dijo. -Necesito saber tu nombre. Y yo sé que no lo recuerdas, y que tu mente en estos momentos está muy dañada por motivos que desconocemos, pero necesito...

-Skyler.

-...necesito, pero... espera, ¿c-cómo?

-Que me llamo Skyler. -le repito.

- ¿Te acuerdas? -dice exaltado. Sus ojos brillaron intensamente.

Lo anotó al momento. Con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Estas segura? -me pregunta.

Sí, estoy segura. Me lo dijo una voz misteriosa. Eso garantiza la fiabilidad.

- ¿Y porque crees que te acuerdas ahora y no lo sabías antes? -preguntó con interés.

Vas a ver como la voy a liar al final.

-No lo sé.

Cerré los ojos y pensé un segundo. A ver, pensemos, tenemos que crear una mentira que no implique a la voz pero que explique que fui capaz de recordar mi nombre a causa de una casualidad.

-Creo... creo que lo recordé cuando me puso el tranquilizante. -dije. -En esos momentos mi cerebro hizo chispas y recordó mi nombre.

-Asombroso. -murmura fascinado.

Baja la mirada un momento hacia la ficha, y la sube nuevamente. Parece releer todo el informe y yo respiré con más tranquilidad al ver que más o menos se lo había creído.

-Skyler, entonces. -dijo contento.

Sonreí y asentí. Ese hombre tenía algo que me hacía feliz. Quizás su manera de comportarse conmigo.

- ¿Y usted cómo se llama? -le pregunté.

-Algunos me llaman Vernon... pero entre amigos soy Richard.

Paradise [No corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora