Capítulo 22 [2/2]: Zona roja

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Lo primero que se me pasó por la cabeza fue irme de ese lugar lo más pronto posible. Eso comenzaba a volverse cada vez más y más oscuro. Porque ahora no solo se implicaba el hecho de que en ese almacén pasaba algo raro, ahora a parte, con él también se mezclaba eso llamado Paradise.

No sé qué significaba, ni cuál era su función. Pero no era bueno. Y creo que estaba metida hasta el fondo y apenas me acordaba de nada.

Me aparté de la mesa. Un minuto más y mi cabeza acabaría perdiendo el sentido.

Caminé con paso ligero hasta la puerta por donde Kepler se llevó al grupo. Estaba entreabierta, la crucé y cerré tras de mí.

A salvo. De momento.

Otra vez.

Enfrente de mí apareció un cruce de caminos muy parecido a los que había en la entrada de Firstwood. No obstante, noté presencia de cámaras de vigilancia y aparatos en el techo que me eran desconocidos.

Miré al frente y vi escaleras. A los lados vi pasillos largos.

¿Y ahora qué?

No quiero volver a elegir yo un camino.

Sigo pensando que es gracias a mí que todos los caminos llevan a Roma.

Pero en fin.

Pensé un poco con la cabeza y opté por el camino por donde no había nada de vigilancia.

Y eran las escaleras.

Dos opciones. Subir o bajar.

Y yo bajé.

Aunque solo sirvió para acabar en otra red de pasillos interminables, pero con un punto diferente. Estaban oscuros, había luces fantasmagóricamente rojas y puertas de hierro cerradas a conciencia.

No había indicaciones en esos caminos. Al parecer no era una zona de fácil acceso. Caminé sin perder demasiado de vista las escaleras.

Vi que la zona estaba llena de laboratorios. Se oían ruidos que no eran demasiado agradables. Incluso gritos, llamadas de auxilio. Ese sitio me daba miedo.

Yo intentaba no molestarme mucho en escuchar bien qué decían las voces, convenciéndome de que solo eran tuberías oxidadas y el viento que se colaba por las rejillas de ventilación.

Pero de poco sirvió engañarme. Supuse que era en ese sótano donde testeaban y experimentaban con la gente para hacer tesis, hipótesis y variaciones de sus pastillas.

Vivir drogado para luego morir terriblemente.

Curioso.

Esa soy yo.

Aunque esperaba algo mejor que una muerte terrible, sinceramente.

Y justamente por eso no podía quedarme ahí.

Necesitaba volver a mi habitación y olvidarlo todo. Como si no supiera nada. Como si no hubiera visto nada.

Si alguien de esos se enteraba de que yo sabía algo...

Di la vuelta rápidamente. Encontraría alguna forma de salir sin haber de cruzar muchas morgues.

Y eso era lo que pretendía.

Pero pasó algo cuando comencé a subir las escaleras.

Puse el pié casi en el último escalón cuando de repente se cerraron las luces una milésima de segundo.

Y primero comenzó siendo un pitido lento y progresivo.

Me quedé absolutamente quieta, confusa. Sin entender qué pasaba.

Paradise [No corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora