Paradise [No corregido]

Capítulo 33: Estoy aquí

Y sorprendentemente, salió todo bien.

No sabría decir si alguna vez en mi vida hice algo bueno por alguien, pero de momento ya podía decir que había ayudado en algo importante. Aunque sinceramente todo ese tema me había generado bastantes dudas y había hecho cuestionarme cosas que hasta ahora pasaron desapercibidas para mí.

... no sabría decir si quizás yo tenía algo que ver con esas pastillas.

A lo mejor mi perdida de memoria se debía a eso.

Había algo extraño en mi vida anterior.

Aunque no puedo decir con certeza que todo se deba a las pastillas, pero por lo que he visto todo gira alrededor de ellas.

Ese tema no me daba buenas vibraciones.

Había demasiada gente preocupada por mí, y creo que solo les interesaba saber lo que yo sabía. Y a mí, claramente, solo me interesaba poder estar tranquila.

Y lejos de ese sitio, pero ambas cosas no podían ser.

Encontraba mejor idea eso de estar lejos del manicomio, más que nada porque así también estaba lejos de la zona roja, de Kepler, de Josh y de las pastillas.

Y en verdad para conseguir eso lo único que debía hacer era recordar cositas.

La verdad es que ya era hora de centrarse un poco. Me preocupaba demasiado por cosas que se podían solucionar si mejoraba mi estado.

No se puede negar el hecho de que hoy ya he hecho la buena acción del día, y ha sido gratificante ayudar a alguien, pero mi vida seguía igual que ayer, que antes de ayer, que dos días antes de ayer y igual que todos. Porque yo no había avanzado en nada ni nada.

Creo que el período de prueba había terminado. Es hora de comenzar a trabajar en serio, Skyler.

¿Y sabes por dónde podemos comenzar?

Pues la respuesta está esperándonos en la sala de visitas.

Andrea era el futuro, y se podría decir que mi futuro más cercano. Y era cierto que gracias a ella estaba apreciando un poco la suerte de tener a alguien que se preocupase por mí. No obstante ella veía recomendada por Antoine y no se sabía si venía obligada. Pero a lo que me refería es que ella me trataba bien, y a pesar de mi actitud, seguía allí soportándome.

Aunque yo no sabía cuál era su verdadero objetivo.

No sé si creerme eso de que sería mi asistente y que solo quería ayudar. Aunque no había maldad en sus ojos, si quisiera hacerme daño no sería capaz de apenas tocarme. Dudo que hubiera algún tipo de interés más allá de su ayuda.

No parecía una mala persona.

Y bueno, me dolía un poco la cabeza. Siempre me pasaba lo mismo cuando pensaba más de lo debido, y sobretodo cuando pensaba en las cosas que había olvidado.

Pero lo que iba diciendo, Andrea era una de las pocas personas que no me parecía que fuera a durar demasiado en mi vida, pero algo me decía que el poco tiempo que estuviera en ella me haría sentir mejor.

Quizás debería plantearme su ayuda. En teoría había venido para eso de la memoria y cosas así, y no parecía que lo dijera de broma o solo estuviera de complemento. Claramente ella había demostrado sus técnicas de persuasión cuando me hizo ver que yo tenía miedo.

Quizás sí tenga miedo, pero poquito. Yo no suelo tener miedo.

Y bueno. Se puede decir que luego de hablar con ese hombre, desconocido pero ya amigo, mi cabeza estaba bastante confundida, con muchas preguntas y con demasiadas ganas de recobrar la memoria ya.