─Esto... ─murmuro al ver que yo era el centro de atención. ─¿Puedo irme?
La pregunta, a ser verdad, se la hice a Richard mirándole a los ojos, pero la respuesta fue de ella y casi no me dejó elección.
Andrea se ofreció para acompañarme e ir conmigo donde fuera, así que me marché de recepción, aunque no me fui sola.
En parte me noté escapando del mundo con una compañera al lado, después de todo dejó de parecerme un peligro.
Pasamos por todos los pasillos y decidí irme con ella al patio, no había ganas de volver a mi habitación.
─¿A ti tampoco te gusta que te miren? ─le pregunto.
─No me gusta nada. ─responde, con una leve sonrisa.
─Pues a mi ya se me hace costumbre. ─digo como si fuera lo más normal. Yo miraba al frente, pero aún así noté como su mirada estaba puesta en mí.
─¿Costumbre?
─Es que desde que llegué que todo el mundo me mira. ─suspiro, luego giro un poco la cabeza hasta poder coincidir con sus ojos. ─Es como si toda la gente supiera cosas de mí o algo, y yo fuera una especie de espectáculo con patas.
A lo que le respondí ella no añadió nada, me sorprendió que no me forzara o simplemente me preguntara sobre si estaba segura de eso.
Se limitó a asentir.
Y creo que me estaba dando la razón.
Andrea, ¿es que tu también sabes algo?
─¿A dónde vamos? ─pregunta, evadiendo.
─A un lugar donde nadie nos pueda vigilar, ya me cansa que todos hagan lo mismo.
─¿Existe un lugar así en este sitio?
─Sep. ─asiento, y una vez pisamos la tierra de fuera le señalé dónde era exactamente.
El bosque que se extendía hasta la zona roja no era vigilado por nadie, ni cámaras ni guardias, y si no nos íbamos mucho hacía las montañas, no llegaríamos siquiera a ver ese lugar tan... terrorífico.
No le llevé muy adentro, nos quedamos casi al principio y cuando encontré un árbol que me gustó, me senté y me apoyé en él.
Levanté la vista al ver que ella no me copiaba.
─¿No te sientas conmigo? ─le pregunto más amigable.
─Me sorprende que quieras que esté a tu lado. ─musita algo tímida. ─Y en cuanto a lo de antes...
No continua y me obliga a responder por ella.
Hora de confesar, Andrea, creo yo.
─Sabías que te iba a pegar. ─le dije, mirando a la nada en un horizonte lejano.
─Sí, lo vi en tu mirada. ─respondió afligida, parecía calcular sus palabras para evitar decir algo que me enfadara.
─¿Por que engañaste a Richard, entonces? Si él no hubiera aparecido, yo te habría...
─No me habrías hecho nada, Sky.
─¿Cómo estás tan segura?
─Sé como eres con solo mirarte, aunque no lo parezca eres buena.
─¿Cómo lo sabes?
─Simplemente lo sé.
─Dame un ejemplo por lo menos.
─Me acabas de dejar llamarte Sky, por ejemplo. ─me responde, con un brillo en los ojos que me dejó descolocada. ─Eso es más que una razón, ¿no crees?
Recapacité y caí al momento.
Maldita. Tenía razón.
Me llamó así y yo simplemente lo dejé ir, ni siquiera me di cuenta de eso y no me importó. Y lo hizo a propósito, porque sabía que yo ya no me quejaría por llamarme Sky.
Sabía incluso que no caería en la cuenta hasta que ella me lo dijera.
Lo tenía todo planeado.
Qué miedo.
─Eres mala. ─digo asustada, acosandola un poco con la mirada pero sin poder evitar sonreír.
─Solo lo justo. ─dice más tranquila, dejándose caer sobre el mismo árbol al que estaba yo. ─Pero ya no me tienes miedo.
─Aún puedo golpearte, ¿sabes?
─Hm... ─murmura. ─Vale, vale. ─dice levantando las manos.
Pero a ser verdad, creo que en parte tenía mucha razón. La furia que sentí en ese momento no habría llegado nunca a transformarse en un golpe o algo que implicase hacer daño a alguien.
Creo, vamos.
No me considero muy violenta tampoco, si aun no he lanzado a Josh por las escaleras es porque no soy una mala persona. Y si estoy soportando a esta enigmática chica es o bien porque mi paciencia no tiene límites o porque en verdad no quiero hacer daño a nadie.
Algo me dice que nos llevaremos bien.
En parte verla sonreír me hacía sentir un poco mejor, me sentía un poco culpable por haberla tratado mal al principio.
─¿Estamos en paz si te digo que haré el esfuerzo de intentar ser agradable contigo?
Ladea la cabeza y se lo piensa antes de responder. ─Creo que puede valer.
Asiento con una media sonrisa. ─Vale, pero no te prometo nada, ¿eh?
─No hace falta prometerlo. ─dice segura.
─Confías demasiado en mí... ─le intento molestar.
─Alguien tenía que hacerlo, ¿no crees? ─me contesta, dejándome con las palabras en la boca.
Creo que esta chica nunca dejaría de sorprenderme.
Tienes suerte, ya me caes bien.
...
Hostia.
Ahora me doy cuenta.
Creo que el mundo debería dejarme sitio, me estoy haciendo humana.
Pero vale, ahora en serio, de verdad creo que algo me ha hecho cambiar. Quizás con solo pensarlo un poco, es probable que el hecho de que haya personas preocupándose por mi.
Y también que alguien haya cuestionado mi salud mental y que me diga que mi manera de ser y actuar son solo tapaderas y encubrimientos para protegerme de mi misma.
O bueno, eso último me ha ofendido un poquito, pero es verdad.
Andrea sabe más de lo que aparenta, eso me lo ha demostrado muy bien. Debería preguntarle más cosas la próxima vez que nos veamos.
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Paradise [No corregido]
Science Fiction{No está corregido} Sólo un pensamiento azota mi mente: estoy en peligro. No sé cómo me llamo, ni por qué desperté encerrada en este lugar. Todos se preocupan por mí, pero algo en mi interior me dice que no debo confiar en nadie. Aunque el extraño r...