Capítulo 36: Revertir efectos

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Luego de eso mi mente pareció perderse. Apenas sabía si yo continuaba con los ojos abiertos o cerrados. Lo único que notaba era un fuerte dolor de cabeza, quizás por las lágrimas, quizás por esa traumática experiencia, o quizás porque me lo merecía.

O quizás por todo a la vez.

Era cierto eso que decían que cuando pasan cosas así parece que se detiene el tiempo. En mi caso se me detuvo hasta la vida.

Mirara por donde mirara era todo oscuridad. Incluso parecía que yo navegara entre ella. Ni siquiera me di cuenta del tiempo que estuve divagando por ese infernal mundo que creó mi cabeza.

Creo que todo esto era para evitar pensar en lo que había pasado. Era cierto. Yo no quería aceptarlo, pues una chica había muerto por mi culpa.

Por mi culpa.

Y todo por algo que apenas recuerdo. Hay razones para volverse loca, de eso no hay duda.

Aunque si ya no he entrado en la locura, dudo que llegue a estar loca algún día.

Respecto a todo lo demás, se estaba bastante tranquilo.

Me notaba un dolor latente que me perforaba la mano y que se extendía por todo el brazo, pero respecto a todo lo demás, se estaba bastante tranquilo.

Quería arrancarme el brazo, pero se estaba tranquilo.

Y sí. Todo esto era para evitar pensar en lo que había pasado. Y hablar conmigo misma parecía solucionar un poco los problemas, aunque esto no era un problema, era un hecho traumático. Y esos no se solucionan. Se aprende a vivir con ellos.

Como la culpa. Al final te acostumbras o mueres en el intento.

—Pero yo no puedo morir. —dije.

Era curioso. Estaba hablando en voz alta en mi propio pensamiento.

Sí puedes morirte, todos podemos. —me respondió de repente ella. —En realidad lo que es, es que no ‘debes’ morir.

Y ella también hablaba, como no.

—¿Siempre eres así de listilla?

—¿Y tú así de olvidadiza?

—No he olvidado mis recuerdos queriendo, fue por accidente.

¿Estás segura?

Claramente no.

Y tú lo sabes.

Hoy en día se puede esperar cualquier cosa de mí, incluso de mi misma tengo miedo. Vete a saber quién era yo para meterme en todo este lío.

Y estar en esa fase me estaba comenzando a estresar.

La cabeza me dolía y al no poder centrar la atención en algo concreto me mareaba. Me comenzaba a sentir mal.

Y el dolor de mi brazo fue creciendo. Se concentró un dolor intenso en el antebrazo. Me lo estaban atravesando con algo muy finito y hecho con la mano del diablo. Me estaban entrando ganas de golpear al causante de ese dolor.

Era tortuoso. Ese daño no podía ser producto de mi imaginación.

¿Pero qué me estaban haciendo?

Cualquiera diría que me estaban pinchando con una aguja. Cosa probable, pues recuerdo que eso hizo Richard cuando le conocí.

¿No me digas que me estaban metiendo esas pastillas por la vena?

Y como era de esperar, al pensar sobre eso me estresé aún más. Era inevitable que me pasara algo malo, esos querían matarme.

El mundo es mi enemigo.

Paradise [No corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora