Paradise [No corregido]

Capítulo 16: Vendrá a buscarme

-Skyler. ¿Llevas los papeles?

Buenos días. O buenas tardes. O quizás noches. O será... nah. Solo un buen día. Da igual el resto.

Felicidad y drogas.

Joder, sí. Osea, no.

-¿Skyler?

¿Sabéis qué? Me ha pasado algo gracioso. Gracioso y curioso. O no. No, no es gracioso. Y tampoco curioso.

¿Por qué he dicho eso? ¿Qué habla mi cabeza? Dios mío.

Pues me dieron pastillas. Sí. Dos. Dos de un gusto muy, muy amargo. Y su efecto era igual de amargo. Y todo muy amargo.

Amargura.

...

¿Se nota que las jodidas medicinas afectan mi capacidad de pensamiento?

¿En serio no?

Pues vaya.

-¡Skyler! -gritó alguien delante de mí.

¡Sí, señor!

-...¿qué? -pregunto, sujetándome la cabeza. Menudo mareo al escuchar la voz.

-¿Estás en este planeta?

Buenas, Richard.

-No. -respondo.

-Ya lo veo ya... -se ríe. Cierra el pico, maldito. No más pastillas. No a las pastillas.

-¿Qué pasa? -pregunto.

Él alza una ceja. -¿Cómo que qué pasa? A mi consulta has venido tu.

Entonces recuerdo.

Era cierto.

Miro abajo, mis manos. Y veo muchos papeles. Muchísimos. No soy capaz de leer nada, no obstante, veo mi letra. Los debí escribir... ¿ayer?

¿En ese estado escribí cosas?

Qué puta ama.

-Vine por los papeles. -digo, luego de cavilar.

-¿Firmados?

-¡Sí! -exclamo dándoselos. -Todos.

-¡Ah perfecto!

Los agarra y los mira tras sus grandes anteojos. ¿Ese hombre llevaba gafas antes? Madre mía hija... Vamos bien.

De verdad. En serio. No más drogas para mí, que no se me sientan bien.

Nada bien.

-Oye... -dice el doctor.

-...dígame.

-¿Cómo vas con las pastillas? -pregunta.

Anda tu, que casualidad. Justo hablaba de eso conmigo misma.

-Es decir... estamos a Lunes y ya ha pasado el fin de semana y tal, y pues... -intenta explicarse. -... ¿estás bien? ¿No te sientes mal?

¿Cómo? ¡¿Qué ya estamos a Lunes?! ¡¡Qué!! ¿Y el fin de semana? ¡¿Cómo?!

-¿Skyler?

-¡S-sí! -digo saliendo de mis pensamientos.

-¿Te han sentado bien las pastillas?

Pueees...

-Pues...

Pues.

-No.

-¿No?

-No. -respondo rotundamente. -Y lo digo porque me acabo de enterar de que estamos a Lunes.

Él se ríe por mi comentario.

-A parte de que no soy consciente de si he vivido o no este fin de semana. -murmuro. -¿En serio es ya Lunes?

Asiente y agacha la cabeza. Y se quita las gafas. Sonríe ampliamente.

-Vale, vale. -ríe pausadamente. -Pensaba que era algo peor. Y sí, estamos a Lunes, pequeña.

-¿Y eso no es malo?

-No demasiado. -dice. -Estas pastillas descolocan mucho, pero es solo al primer tratamiento. Una vez tu cuerpo se acostumbra surge la magia.

-¿Y para qué son?

-Para tu cerebro, evitan que nos dé más sustos.

Y entonces iba a preguntarle porqué decía eso y también qué significaba exactamente. Pero llamaron a la puerta y toda la conversación desapareció en el aire.

Nunca supe para qué servían.

-Doctor Vernon, Skyler... -nos saluda Antoine.

-Buenas, señor Jasper. -responde.

-Hola... -digo yo.

-Acabo de hablar por teléfono con la nueva asistente de Skyler.

-¿Ya esta aquí? -dice Richard, acelerado.

-No, pero está viniendo. Llegará en menos de una hora.

Y a partir de aquí dejé de lado a los personajes, al ambiente, y a mi misma. Solamente con mis pensamientos me aislé del mundo.

Mi asistente... mi nueva asistente. Mi ayudante.

-Princesa... ¿estás mejor?

La cabeza me comenzó a doler. Un pinchazo en la sien me dejó hecha polvo.

Me provocaba dolor hablar y escucharla.

-Solo espera. Vendré a buscarte.

Y entonces caí. La carta dentro del libro decía lo mismo.

Entonces...

¿Eran la misma persona? ¿Al fin me había encontrado?