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-Estoy bien... No te preocupes. -Sonrío con sorna dándole un sorbo a mi malteada de chocolate.

Nicolás me había llamado en eso de las cuatro cuando estaba en la sima de la depresión absoluta. Me invitó a salir por mi cumpleaños, me dijo que quería decirme ayer, pero tenia cosas que hacer. Por supuesto acepte. Ahora mismo tenia una maraña de emociones comiendome viva y necesitaba despejarme de alguna manera ya que llorar o comer como si de eso dependiera mi vida no había resultado del todo bien, lo único que logró fue hacer que mis ojos parecieran las de una rana y termine apunto de vomitar por el revuelto de basura en mi estómago que tuvo una ardua batalla con el alcohol que aun no salia del todo de mi organismo. Estoy hecha un lío.

-Te creería si no pareciera que estas a punto de morir. -Ríe levemente pasando su mano por encima de mi hombro y apegandome a él.

-Tal vez tengo ebola. -Me encojo de hombros ofreciéndole un poco de la helada bebida, acepta gustoso y luego hace una mueca.

-En ese caso me acabas de contagiar. -Arruga su nariz haciéndome reír, abre su boca formando una perfecta "O", se detiene y se separa de mi levantando uno de mis brazos. -¡Lo logre! ¡Esta niña esta curada! -Anuncia en un eufórico grito provocando las miradas y risas de algunas personas.

-Callate, ¿Quieres que nos lleven al psiquiatra? -Murmuro divertida bajando mi brazo

-Con tal de que sea contigo, por mi no hay problema. -Sonríe viéndome fijamente, ruedo los ojos divertida y lo halo un poco.

-Sigue caminando, maniático. -Pone su mano en el pecho y me mira fingiendo indignación.

-Señor Maniático para ti. -Me sigue el paso. Permanecemos un par de minutos en silencio, cada un perdido en sus pensamientos, aunque por mi parte no quería pensar, siempre que lo hacia veía a Rubén, Rubén besandome, Rubén riéndose, Rubén agarrado de la rubia. Vaya porquería me ha dejado.

Mi teléfono suena avisando que tenia un mensaje y lo saco de mi bolsillo para mirarlo, desbloqueo la pantalla y sentí que desfallecía por un momento "Rubius" maldito sea el día en el que le di mi teléfono... Y precisamente fue ayer.

Rubius & tú

Rubius: Necesito hablar contigo.

Visto 4:30pm

Rubius: Coge el teléfono.

Visto 4: 35pm

Rubius: _____ por favor.

Visto 4: 45pm

Rubius: Te hablo mañana y mas te vale asistir

Visto 4: 57pm
Ultima conexión 5:00pm

-¿No piensas contestar ninguno? -Suelta Nicolas de repente haciéndome sobresaltar. No pensaba contestarle ni ahora ni nunca, si me quiere dar explicaciones tontas mañana pues que pierda su tiempo, tenia la prueba frente a mis narices, no me voy a creer nada de lo que me diga habiéndolo visto todo.

-No es nada importante. -Sonrío.

Nos sentamos en el borde de la fuente de aquella plaza a hablar de cualquier cosa y a descansar, habíamos estado todo el día caminando después de salir del cine y de un arcade, vaya que había sido un día "productivo" por no decir que olvide hacer una que otra tarea.

-Oye, ______. -Murmura Nicolas algo pensativo.

-¿Mmm? -Respondo mirando al cielo. Mi teléfono vuelve a sonar y lo saco con vaga pereza sin tomarme el tiempo de mirar el contacto.

Rubius & tu

Rubius: _______ sabes que me gustas y no dejaré de quererte aunque me quieras enterrar vivo.

Fuck Math, Mr. Doblas (Rubius & Tu) ||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora