Había una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...
La habitación se congelo aun más, el príncipe se voltea bruscamente, rodeado por lo que pareciera una aura azul. Camina a paso lento quedando a dos metros de distancia, esta vez puedo notar crueldad en su rostro, además de la ira que esta conteniendo.
— Te diré el porqué... pero antes, tienen que regresar a la princesa al castillo —su tono era serio, incluso amenazador pero lo único que hizo el híbrido al igual que sus seguidores fue reír.
— ¿Ella no sabe nada? —Darius reía aun más fuerte—. Aquí se va a enterar.
— ¡No! —el grito de André callo a absolutamente a todos. Se paso una mano por su rubio cabello y lo supe... estaba perdido, pero también supe que no me dejaría morir. De repente sentí un jalón hacia atrás, hice una mueca de dolor.
— Princesa Norah, ¿sabía usted que su futuro esposo esta maldito?
— ¡CALLATE DARIUS!
— Entonces tengo razón, ¿eh? ¿Ella es tu salvación? —pero él no contesto—. Sabe princesa, usted es una chica muy valiente al estar con el príncipe y por si fuera poco a aceptar casarse.
— ¿Por qué? —la pregunta salió de mi boca sin ni siquiera pensarla.
— Norah, cállate —dijo André apretando los dientes y mirándome aun más amenazador.
Darius no respondió, le podio a sus secuaces volverme a encadenar mientras él se ponía cómodo en una silla la cual crujía por lo podrido de la madera. Todos esperaron en silencio el siguiente movimiento, pero Darius se puso de pie, camino hacia mí y se puso a mi lado, recargado en la pared.
— Hace muchos años —comenzó a hablar—. Cuando apareció la profecía que hablaba de los híbridos; fuerzas, que los habitantes de Fény desconocían, los atacaron. Se rebelaron contra la sangre pura de sus respectivas razas y las brujas se enamoraron de los ángeles, los demonios de las hadas, los hombres lobo de las vampiresas; incluso se enamoraron de humanos. Si querida princesa, todos se enamoraron de todos de forma tan patética y de esa unión nacieron los híbridos, pero los mismos vampir crearon otra raza... los 'zaino'.
— Darius... —la fría advertencia de André no resulto.
— El príncipe André, en su plena adolescencia se enamoro de una hermosa bruja, Evangeline. Claro que el amor era unilateral, la chica estaba con el lado oscuro, ya sabe princesa... ¡las chicas malas! Evangeline solo jugó con el corazón del príncipe, y este... enojado porque pisotearon su corazón se volvió loco y mato a la bruja que decía amar.
— ¡Para de una vez! —pude ver la desesperación en el rostro de André, todo esto es verdad.
— El príncipe mato a Evangeline, pero algo más oscuro se había metido en su alma que lo convirtió en un monstro matando a todo quien se pusiera en su camino —Darius soltó un suspiro
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