Había una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...
El príncipe de hielo le pidió a Eugene que tomara a Mila, después de darle un beso en su frente, luego hizo lo mismo con Victoria antes de dejarla tendida sobre el suelo. Sentía que estaba perdiendo el control, extraño porque desde que estuvieron en Alaska no volvió a sentirse a punto de explotar. Pero en ese momento el corazón de su princesa latía con rapidez en su interior, su cabeza dolía y sus manos se formaban en puños tan apretados haciendo resaltar las venas de sus brazos y su cuello. Dejo a su esposa y a su hija al cuidado de otros, pues él no podía protegerlas al sentir que toda racionalidad abandonaba su mente.
El odio, el coraje, la furia que sentía antes de conocer a su princesa volvieron a dominarlo, salió corriendo del granero a pesar de que Bastian, Spector, Godric, Stefan y un lobo lo siguieron para detenerlo. Fuerzas, que pensaba no tenia, salieron de lo más profundo de su ser, que lo hicieron arrodillarse y esperar a la bestia, su bestia.
Bastian intento ayudarlo, Stefan se lo impidió pues él guardia sabia que en estos momentos no había nada para ayudar al príncipe. Simplemente todos vieron con el rostro de André se trasformo oscuro, sus colmillos se alargaron y sus ojos se volvieron rojos, Godric se aproximo un poco hacia él, pero André siseo a modo de advertencia.
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— ¿Qué es lo peor que puede pasar? —pregunto Bastian, para prepararse para cualquier cosa.
— Que nos ataque a nosotros también —contesto Stefan, viendo al príncipe de rodillas frente a todos ellos, perdiendo la batalla—. ¡Prepárense para atacar si es necesario! —dijo el vampiro en voz alta.
— Dudo que nos ataque —susurro Spector para sí mismo, pero su hermano lo escucho.
— ¿Por qué no? —dijo Bastian sin apartar la mirada hacia André.
— Es el final de la profecía —contesto la sombra—. El cofre con humo azul es el llanto de las sirenas y no dudo de que ahora este abierto, el oscuro y el príncipe se enfrentaran...
— Y solo uno sobrevivirá —concluyo Elian uniéndose a ellos.
Nadie mas dijo una palabra, con un poco de miedo y de completa curiosidad miraban a André, nadie se acerco a ayudarlo por temor a ser atacado, lo dejaron sufriendo tratando de no convertirse en aquel ser a los cuales los reinos temieron por mucho tiempo.
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