Siento un cosquilleo en mi mejilla, pero mis parpados pesan demasiado como para abrirlos así que me acomodo mejor en la cama. De nuevo siento cosquillas en mi rostro y abro los ojos de golpe para encontrarme con el príncipe de hielo, quien me mira con ojos curiosos y una tímida sonrisa.
Ya no hay sangre en su rostro y definitivamente ya no estamos en aquella caverna.
Levanto un poco la cabeza y miro a mi alrededor, estamos en la habitación del príncipe, estamos ya en el castillo y no he de negar que me produce algo de tranquilidad encontrarme en un ambiente... "seguro". Ahora me encuentro en la cama del príncipe, junto a él, ambos tenemos ropa limpia y me invaden preguntas por ejemplo: ¿Cómo llegamos al castillo? ¿Quién me cambio la ropa? O ¿Dónde está Claudius y Violet? Sigue mirándome y eso me pone nerviosa, porque cada vez que me mira tan concentrado mi control se desvanece y caigo a su merced. Intento pararme pero pronto enrolla uno de sus brazos en mi cintura y me acerca más a él.
— ¿Adónde vas?
— Yo... quiero ir a mi habitación —intento ignorar la caricia de su mano en mi cintura.
— Necesitas descansar —su mirada repasa todo mi rostro hasta detenerse en mis labios—. Tu labio está roto.
— No me duele.
— Claro —acerca su rostro al mío y antes de que pueda protestar su lengua acaricia mi labio inferior.
— Pero...
— ¡Shhh! —continua lamiendo de forma delicada mientras yo me estoy derritiendo, esta vez no hay duda de que sufriré un infarto.
Intento alejarlo, pero claro, es mucho más fuerte que yo al punto de subirse sobre mí. Mi control se ha esfumado y me dejo hacer. De lo más profundo de mi garganta sale un sonido..., un gemido. Sigue lamiendo mi labio y provoca que mi lengua salga de mi boca encontrándose con la de él. La razón, la lógica, mi autocontrol, absolutamente todo me ha abandonado y en su lugar la lujuria y el deseo se apoderan de mi cuerpo. Jamás había sentido algo así por alguien.
ESTÁS LEYENDO
My Immortal (Fény 1#) | EN EDICIÓN
VampireHabía una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...