Había una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...
La reina del Inframundo sonrió de forma siniestra y tomo la mano de Victoria sellando el juramento por medio de la sangre, la mano de la princesa quemo un poco pero creía en ella mientras que todo mundo se quedaba atónito por lo que ella hizo. Lilit le pidió la ubicación de Ilea, pero antes de dársela se acerco a su madre con la daga, Eugene estaba aterrada por que su propia hija la lastimara, Victoria la tomo con fuerza de la barbilla y se acerco a su oído para susurra:
— Protege la cueva con tu magia —el hada se sorprendió por lo que le dijo, incluso Lauren que estaba a un lado de ella escucho claramente y asintió un poco, entendiendo el plan de Victoria—. Espera por mí, madre, traeré a papá para agradecerles... ¡por abandonarme y darme una vida de mierda!
— ¿Nos vamos? —Lilit estiro su mano, achino sus ojos, pero Victoria no dudo en aceptarla esta vez.
— Llevemos al príncipe, Dominic estará complacido de que cumplí mi promesa —la reina asintió desesperada, ansiosa por llegar a Ilea. Victoria tomo con fuerza la mano de André lamentándose por dentro de que lo iba a quemar, su oscuridad interior le dio la fortaleza para hacer esto y rezar por que Lilit creyera en ella—. El castillo Vampir, en la entrada a las catacumbas.
***
Lilit se había convertido en humo gris, llevando consigo a Victoria y a André hasta la sala de audiencias del castillo, donde los cuerpos masacrados seguían ahí y los estruendos y gritos de la batalla aun seguían en su pleno clímax. Solo estaban ellos tres, pero un cuarto demonio apareció frente a ellos, era el chico que le había sonreído de forma cínica, miro a su reina e hizo una reverencia.
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— Deje a tres custodiando la cueva —informo el soldado—. Los demás protegerán la entrada al castillo, nadie entrara, su alteza.
— Perfecto Nathan, tu vienes con nosotros —el soldado volvió a hacer una reverencia y camino justo detrás de los príncipes que se miraron entre sí.
— ¿Solo llevaremos un soldado? —pregunto Victoria.
— Que te matara si mientes, es suficiente —Lilit hizo un ademan a André—. Guíame.
— ¡Yo no hice un trato contigo!
— Que insolente —el príncipe salió volando por los aires y fue proyectado contra una columna semi derrumbada, Victoria volvió a mostrarse tranquila cuando Lilit la miro.
— Por favor, deja algo para Dominic —pidió la princesa—. Yo te llevare.
Victoria, sin saber hacia dónde ir, se dirigió por la puerta que hace minutos había atravesado con el príncipe, su hermano y Esmerald. Lilit se veía sumamente nerviosa y demasiado ansiosa hablando consigo misma sobre lo que le haría a Ilea. El soldado Nathan rápidamente se les unió ayudando a André a caminar tan rápido, mientras que el príncipe en silencio se acercaba a Victoria y con la mirada le decía a donde girar o que puertas traspasar.
