— ¿Norah? —doy un salto en mi lugar, mi corazón late con rapidez y Claudius me mira desconcertado—. Estas muy pálida.
— ¿Señorita, está usted bien? —Mina entra a la habitación con una bandeja con comida. Claudius y Mina me miran intrigados al igual que mis guardias, trato de componerme un poco pero realmente estoy petrificada, no puedo moverme.
— ¡Norah! —vuelve a llamarme el príncipe.
— Estoy bien, no se preocupen —sonrió, aun que no cuela para nada—. Gracias por la comida.
Mina hace una reverencia y se acerca a mi escritorio, con cuidado de no romper los pergaminos los acomodo todos juntos y los pongo a un lado para que la vampiresa ponga mi comida en la mesa, vuelve a hacer una reverencia a mí y al príncipe y sale seguido de los guardias, que también hacen una reverencia. Me dispongo a comer pero Claudius aun sigue aquí y me mira aun intrigado y confundido, nunca lo había visto así, de hecho es la primera vez que veo de esa manera, podría decirse que hasta refleja preocupación... por mí.
— ¿Se le ofrece algo? —le pregunto, pero sigue mirándome extraño.
— André ha desaparecido, Violet tuvo que ir a la ciudad y mi padre necesita a tus lacayos, así que... —se encoje de hombros y suspira.
— ¿Eres mi fiel sirviente? —sonrió, un poco más relajada, dentro de lo que cabe, lo que me hace preguntar—. ¿No me atacaras?
— ¿Y morir destruido o acabar en las mazmorras? No gracias.
Asiento y ahí termina nuestra plática, Claudius se acomodo en mi cama a pesar de que trato de mirarlo con odio pero sé que no se moverá de allí, así que me limito a degustar mis alimentos pero es otra vez conejo así que no hay mucha novedad. El príncipe esta absorto en un libro que ha traído consigo, yo sin embargo miro los pergaminos mientras corto pequeños trocitos de conejo. Miles de preguntas inundan mi cabeza, como por ejemplo: ¿Quién escribió esto? ¿Quién es 'F. R.'? ¿Existe Fény o los siete reinos? Además si la historia fuera verdadera vería a un ejército de soldados vampiros y mucha movilización en el castillo en caso de que hayan encontrado a esa joven. ¿Y si Victoria Lowell aun no nace? ¿Y si esta historia paso hace años, la tercera profecía se cumplió y ahora todo está en paz? O ¿Quizás ya se cumplió la profecía y todos los seres del mundo Fény vagan haciendo lo que se les plazca, como secuestrando personas para que escriban cosas sobre ellos?
Mi cabeza comienza a doler tanto, si esta historia es verdadera Claudius tendría que conocer algo al respecto, ¿no? Lo miro, sigue concentrado en su lectura, pero la curiosidad, mi fiel amiga me ínsita a averiguar. De tres tragos me termino el vaso de agua, limpio las comisuras de mis labios y mis manos para no manchar los pergaminos, los tomo y voy a sentarme a lado de Claudius. Baja su libro, depositándolo sobre su pecho y me mira levantando ambas cejas.
— Yo quería preguntarte algo.
— ¿Sobre qué? —su voz molesta me indica que no le agrada nada la idea de que lo haya molestado, pero lo ignoro y lo incito a sentarse.
— Entre los pergaminos que estábamos revisando en la mañana traje esto conmigo —le doy los pergaminos y él los examina curioso—. Habla sobre Fény, sobre los siete reinos y sobre tres profecías.
— ¿Dónde dices que los encontraste? —los analiza con mucho cuidado y su ceño esta fruncido.
— Estaban en el montón de papeles para transcribir.
— ¡Vaya!
— ¿Es cierto? Todo lo que cuenta.
— Bueno, sí. Nuestro mundo se llama Fény y si somos parte de los siete reinos —se acomoda mejor en la cama, con la espalda pegada a la cabecera y pone en sus piernas los pergaminos—. ¿Dijiste que hablaba sobre tres profecías?
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My Immortal (Fény 1#) | EN EDICIÓN
VampireHabía una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...