Había una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...
Victoria tomo en brazos a Ilea e hizo que no mirara, haciendo que escondiera su rostro en el pecho de la joven. Contemplo la idea de correr, pero su cerebro no reaccionaba, en realidad ya no podía moverse. No estaba pasmada del susto, no era su propio cuerpo que se había trabado, algo más le impedía el movimiento. Sus ojos era lo único que podía mover, pero estaban fijamente mirando hacia adelante.
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— No te puedes mover, ¿eh? —el mago más oscuro del Reino de la Magia estaba frente a ella, Dominic Saadi la miraba sosteniendo su mano hecha un puño—. Posiblemente los Davu ya no me respondan a mí, pero hay otros métodos de tomar el control de alguien —Victoria quería gritar, pedir ayuda. Miro hacia su derecha y las tropas comenzaban a avanzar, pero los arboles estaban tan juntos entre sí que ellos no la veían a ella—. ¿Recuerdas nuestro trato? —no hubo respuesta—. Oh, lo siento... tengo tu voz, dame un segundo —el mago saco un pequeño cuchillo, la hoja se veía bastante afilada y el color de la misma no era grisácea, sino de un color verdoso.
— Esta pequeña arma fue sumergida en el Lago de Las Almas —explico Dominic—. Si llamas a alguien, la muerte de esa niña será por tu culpa, parpadea una vez si has entendido —Victoria parpadeo y sintió que algo había en su boca que la hizo carraspear un par de veces.
— Recuerdo el trato —contesto—. Pero tú me engañaste.
— ¿Cómo está tu engendro? —pregunto de forma burlona.
— Gracias a ti... murió —bajo su mirada para que Dominic no viera la verdad en sus ojos.
— ¿Estás segura? —Dominic parecía tranquilo, las tropas seguían caminando, siguiendo a los demás—. Raro, porque escuche hace algún tiempo, que en un hospital humano habían aparecido dos chicos armados, llevaban a una chica embarazada a punto de tener al bebé. Después de que el bebé nació, los dos chicos y la madre del niño desaparecieron, se dice que golpearon a policías dejándolos graves... fue una gran noticia en el mundo humano, ya que hasta ahora buscan a los chicos y no han dado con ellos, pero tienen fotografías de ellos por todos lados. Una de ellas en el aeropuerto de Londres.
— No está en este mundo, ella está segura.
— ¡Fue una niña! —el mago fingió estar sorprendido—. Bueno, conociste a tu hija antes de morir, deberías agradecerme... pero he venido por mi promesa.
— No dejare que lastimes a André.
— Es que no lo quiero lastimar —sonrió de forma perversa—. El príncipe debe morir, junto con toda su descendencia... él hizo lo mismo con mi familia.
— Tu hermana lo engaño y tú estas vivo.
— Evangeline no hizo nada, el príncipe se metió con nosotros... sabia quien era mi hermana, sabia quienes eran los Saadi y como trabajábamos...
— Entonces yo tomo su lugar —Dominic negó.
— No es negociable, si tu no mataste a Strigon, yo lo haré pero antes lo hare sufrir.
