Narra James
Me encerré en mi habitación y no supe de la fiesta, no quería estar allí. Mi padre quería que conociera a sus amigos de alta sociedad pero la verdad es que a mi no me importa. Me adentre en el baño y tome una ducha. De repente escuché unos ruidos que provenían de la habitación pero eso era imposible puesto que nadie se atrevería a entrar sin mi consentimiento.
__ ¿Hay alguien allí?.- pregunté.
Nadie respondió, entonces decidí no darle importancia al asunto. Al terminar con mi ducha me coloque una toalla alrededor de la cintura y salí, sentía una presencia, como si alguien me estuviera viendo. Lo ignoré por completo y me dispuse a buscar una ropa cómoda. Luego al mirar hacia la cama vi que alguien estaba sentado en ella cómodamente.
__ ¿Que diablos haces aquí?.- pregunté confundido.
__ Quería saber como estabas...- susurró.
__ Estoy bien, no te preocupes.- digo sin darle importancia.
__¿Ya curaste tus heridas?.- preguntó mientras miraba hacia el suelo, parecía avergonzado y nervioso.
__ Aun no. ¿Acaso viniste a eso?.- pregunté en tono de burla y no hubo respuestas, me dirigí hasta donde estaba.- ¿De verdad viniste a eso?.- pregunté nuevamente y el seguía con su mirada fija en suelo.
__ Yo solo quería ayudarte... Aunque ni para eso soy útil.- comenta con voz triste.
__ No es necesario, Elliott. Y Por supuesto que eres útil así que no digas lo contrario.- digo jalando sus mejillas, el se quejó.
__ O-oye eso dolió.- se quejó mientras se sobaba ambas mejillas.
__ Es divertido.- confieso riendo.
__ James...- susurra mi nombre, sus ojos me miraban con demasiada atención para mi gusto.
__ Dime.- arqué una ceja.
__ ¿Aún no lo notas verdad? ¿Aún no lo entiendes?.- preguntó desviando su mirada
__ ¿Qué? ¿Qué debo entender?.- pregunté confundido.
__ Eso lo debes averiguar tu mismo.- respondió para luego sonreír.
__ ¿Te han dicho que eres un poco raro? Porque en verdad eres muy raro, Elliott. dije riendo.
__ Me lo dicen a menudo... Creo... Creo que si no te doy una pista no podrás adivinarlo nunca en tu puta vida.- murmura.
__ Y sigo sin entender lo que dices. Siempre has sido el chico misterioso que me confunde con facilidad.- comento mirando el techo.
__ ¿Eso es bueno o malo?.- preguntó.
__ No es malo. En realidad es bueno ya que me das cierta curiosidad, eso mantiene el interés.- añadí en tono burlón.
__ Nadie se fijaría en un ser tan horrendo como yo, nadie tiene interés en mí.- dijo mirando el suelo, al parecer iba a llorar. Me levanto y me acerco a el con cuidado.
__ A penas eres un niño, Elliott. Tu no sabes lo que en verdad significa el término amar y querer.- dije revolviendo mi cabello. Me siento mal tratarle así pero no necesito a un chico detrás de mi, y mucho menos uno de su edad.
__ ¿Eso crees? Tal vez tenga 15 años pero eso no significa que no sepa nada sobre querer o amar a alguien. Tu no sabes ni mierda sobre lo que pienso o siento.- reclamó. Retrocedo un poco puesto que es evidente que esta exasperado, y la verdad es que yo también.
__ Oh vamos, ahora te la quieres dar de hombrecito.- digo cabreado. Dicen que la paciencia es una virtud, es una lástima que esa virtud no se me fuese concebido.
__ Contigo no se puede hablar.- gruñe.
__ Joder, Elliott- Tu no entiendes nada... Disfruta tu infancia y deja de creerte un adulto, porque no lo eres.- dije para luego ir en busca de un trago.
__ Es irónico que lo diga alguien que no puede confesarle sus sentimientos a la persona que le gusta... Y ya no soy un niño, entiéndelo. Dejé de ser un niño hace mucho tiempo.- comentó.
__ No es tu problema.- respondí cortante.
__ Lo es. ¿Recuerdas aquel ramo de rosas que te enviaron en tu cumpleaños?.- preguntó de repente.
__ Si, lo recuerdo. ¿Y eso que tiene que ver en todo esto?.- pregunté arqueando una ceja.
__ Aun no entiendes nada, genial...- dice con fastidio.
__ Joder, di de una maldita vez todo lo que tengas que decir.- gruñí.
__ Al menos trata de notar los pequeños detalles... Por cierto, ya deberías superar ese amor no correspondido; total, esa persona ya tiene a alguien mas.- finalizó.
__ Eso ya lo se. Pero tu no entiendes mi situación, tu no entiendes lo que siento.- concluí.
__ Eso es lo que tú crees, James... Yo también tengo un amor no correspondido.- finalizó.
__ Si claro, como digas... ¿Has hablado con Jackson? ¿Sabes lo que planea?.- pregunté arqueando una ceja, necesitaba cambiar de tema.
__No se mucho al respecto.- contestó.
__ Lo entiendo... Acerca del ramo de flores... ¿Por qué lo mencionaste?.- el ahora evita tener contacto visual conmigo.
__ De verdad eres un idiota, James... Yo fui quien mando ese ramo de rosas.- explicó y sus mejillas estaban sonrojadas a tal nivel que parecía un tomate.
__ Eso ya lo sabía. Tu caligrafía es inconfundible, pero sigo sin entender tu punto.- Mentí y el soltó un suspiro, parece cansado con esto de hacerme el tonto.
__ Me refiero a lo que decía.- respondió.
__ Si mal recuerdo decía que me querías y que esperabas que algún día lo supiera.- dije recordando aquellas palabras.
__ Si, eso era lo que quería que supieras. Sí, quiero a alguien... Eres tu...- concluyó.
__ Pero como amigo y hermano.- dije riendo.
__ Si, te quiero como un amigo y hermano.- murmura tratando de ser convincente pero era obvio que no lo era. Debemos ser honestos, le gusto a este chico.
__ Así es...- murmur.
__ Ya me voy.- dijo para luego abrir la puerta pero lo detuve justo a tiempo.
__ No te vayas, mejor sigamos hablando. Veamos una película.- sugerí.
__ No lo se...- parecía estar meditándolo.
__ Por los viejos tiempos.- el asiente.
__ Vale, sólo una.- contestó.
Creo que así es mejor; a veces es mejor evitar un romance para así conservar una importante amistad. Si bien tengo mis propios problemas amorosos no puedo negar que este niño me atrae, y mucho. Sin embargo, estaría mal que yo le terminase partiendo el corazón.
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Tu Eres El Polo Norte y Yo Soy El Polo Sur (Dominik Santorski)
FanfictionCamelia Collins es una chica solitaria que es acosada por un grupo de estudiantes, luego de sufrir uno de sus ataques ella intenta suicidarse pero es salvada por un chico de hermosos ojos azules el cual resulta ser Dominik Satorski, el chico más tem...