Capítulo 12: Aliada Peligrosa

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    Narra Jackson

    Estaba caminando por la mansión y al parecer James tenía visita, era una pelirosa llamada Sylvia. Si no mal recuerdo ella es amiga de Dominik desde que eran niños ¿Que hace aquí? Esa es mi pregunta. Se supone que James y Dominik están distanciados, de eso me ocupé yo. Decidí ignorar el asunto y seguí caminando por la casa hasta que me adentré en mi habitación. De repente alguien entra sin pedir permiso.

__ ¿Por que tan pensativo?.- preguntó aquella persona, era  Sylvia.- Es la primera vez que te veo tan pensativo.- añadió.

__ En primer lugar no estaba pensando.- hice una pausa.- Segundo no te conozco y tercero, no me trates como si fuera tu amigo.- finalicé cortante.

__ Dios, que humor tienes.- dijo rodando sus ojos.- Y yo que tenía una propuesta para ti.- dijo mientras se sentaba en el borde de mi cama.- ¿Quieres escuchar la propuesta?.- preguntó sonriendo de una forma extraña.

__ Si lo pones de esa manera.- suspiro.- Entonces bien, dime la supuesta propuesta.- añadí.

__ Así me gusta.- comenta sonriendo.- Propongo ser tu aliada.- dijo por fin mientras se levantaba y quedaba frente a mi.- Tu quieres a la chica y yo quiero a Dominik.- explicó. Guardo silencio, la verdad es que esto sólo es un juego para mi y no creo que sea necesario llegar a tales extremos, pero es evidente que negarme no está en esta lista de opciones.

__ ¿Y como haremos con el estorbo de Eliott?.- pregunto sigiloso, el es su primo. Lo logico sería que lo defendiera, de no ser así debo tener cuidado. Quien atenta contra su propia familia puedo hacerlo contra quien sea.- Se que es tu primo pero seamos honestos, es un jodido estorbo ya que si se entera de algo va a ir hasta donde James y todo se irá al diablo.- digo seriamente para luego soltar un suspiro.

__ Eso lo tengo solucionado.- respondió sonriendo.- Solo tenemos que amenazarlo, con eso lo pondremos de nuestro lado y problema resuelto.- añadió.- Y si no quiere colaborar entonces con una paliza será suficiente.- finalizó. Mis vellos se erizan con sus palabras, esta chica es más peligrosa de lo que creí.

__ ¿Acaso no te importa?.- pregunté.- Es tu primo, tu sangre...- murmuro para luego arquear un ceja.

__ ¿Y? No me importa, por mi todos se pueden ir al demonio.- aseguró desviando la mirada.-¿Aceptas o no?.- preguntó mirándome fijamente. Suspiré con pesadez, al parecer no tengo opción. Es mejor tener a esa chica de amiga.

__ Acepto.- no muy convencido.

__ Hecho.- dijo mientras extendía su mano.- Espero que nos llevemos bien, compañero.- finalizó.

    Narra Dominik

    Al salir del instituto fuimos directo a mi casa y durante todo el transcurso, Camelia y yo estábamos tomados de la mano. Estoy empezando a creer que doy diabetes o algo así ya que cuando estoy con ella me vuelvo una persona demasiado melosa.  

__ Camelia.- llamaron a mi novia. 

   ¿Dije novia?

__Melina, hola.- correspondió mientras la abrazaba ¿Desde cuando son amigas?.- ¿Como estas?.- preguntó sonriendo.

__ Muy bien gracias ¿Y tú como estas? .- preguntó mientras me miraba. Claro, Dominik es el malo. 

__ Me alegra que estés bien.- respondió sonriendo.- Pues... Estoy de maravilla.- contestó sonrojándose. 

__ Como sea, lo siento Melina pero quiero a mi novia de vuelta...- dije mientras comenzaba a caminar, me paré en seco.- Yo... Iré a mi habitación.- avisé para luego entrar con pasos apresurados a la casa. 

   Mierda, mierda, mierda

   Narra Camelia

__ Al parecer usted a dado en el clavo.- dice Melina sonriendo.

__ ¿Que? ¿Que quieres decir?.- pregunté confundida. 

__ Ha logrado que se sonroje, eso no lo había logrado absolutamente nadie.- respondió.- Ya debo irme, espero que podamos hablar otro día.- dijo sonriendo para luego volver a sus deberes. Entonces entré a la mansión y subí las escaleras hasta llegar a la habitación de Dominik, toco la puerta para ver si puedo entrar. 

__ Pase.- dijo Dominik, así que obedecí y entré.  Dominik estaba recostado en su cama y al verme se levantó deprisa, sus mejillas estaban coloradas y al parecer no quería tener contacto visual conmigo ya que desvió su mirada.

__ ¿Y entonces que hacemos?.- pregunté aun sin moverme de la entrada.

__ No tengo idea.- respondió para volver a recostarse sobre la cama, pasaron unos minutos y todo permanecía en silencio.- Camelia.- me llamó.

__ Dime.- dije mientras miraba la habitación, nada había cambiado desde la ultima vez que estuve aquí.

__ ¿Que quieres que seamos?.- preguntó de repente. Me acerqué a el y medité un poco aunue ya sabía la respuesta.

___ No lo se.- respondí.- ¿Qué podemos ser?.- pregunté, me fui acercando lentamente y me senté sobre el borde de su cama.

__ ¿Novios?.- preguntó mientras me miraba.

__ Entonces eso somos.- contesté para luego tomar su mano y así unirla con la mía. Ya todo estaba tan claro como el agua.

   Narra Sylvia

  Estaba en una completa oscuridad, sentía frío y soledad- No me extraña en lo absoluto, no es la primera vez que estoy aquí. Di algunos pasos y había un espejo, pude ver mi reflejo, no, mi otra mitad, una mitad completamente diferente a mi, mi lado malvado.

__ ¿Por qué haces esto Sylia?.- pregunté.

__ Corrección.- dijo sonriendo.- ¿Por qué hacemos esto?.- guardó silencio unos segundos.- Estamos juntas en esto.- concluyó.

__ Sólo quiero saber la razón.- dije ignorando sus palabras.

__ Lo quiero Sylvia y se que tu también lo quieres, ambas queremos a Dominik, el es nuestro objetivo, siempre lo fue.- explicó seria.

__ Si... Pero.- fui interrumpida.

__ Tu me creaste Sylvia, yo soy producto de tus deseos, de esas cosas que siempre quisiste ser pero que al final no lograste.- su sonrisa hacía ecos por todas partes.

__ Aún así somos diferentes, Sylia.- dije negando con la cabeza.

__ Somos diferentes, es verdad.- susurró mientras extendía su mano y esta traspasaba el espejo.- No soy mala, no soy tu enemiga.- hizo una pausa.- Yo soy tu amiga, tu hermana, tu otra mitad.- explicó.- Soy tu aliada.- concluyó aún con la mano extendida.

    ¿Debo tomarla? ¿Debo caer en el lado oscuro? ¿Eso es lo correcto?

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Tu Eres El Polo Norte y Yo Soy El Polo Sur (Dominik Santorski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora