Capítulo 24: En sus ojos

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Estaba a tu lado pero no me viste, estaba contigo pero no te importó. 

Hice que tu penumbra acabara pero no lo agradeciste, hice de todo por ti y no me quisiste.  

Ahora sólo por despecho me cobraré las heridas que alguna vez produjiste.

     

       Narra Jackson

     Abrí mis ojos y vi que estaba en mi habitación, todo había sido un sueño. Mi camisa blanca estaba empapada en sudor y mi corazón estaba acelerado, incluso jadeaba un poco. Sólo fue una pesadilla, me digo a mi mismo. Con mis manos cubrí mis ojos y sin querer empecé a llorar, lagrimas caían y me sentía estúpido por ello. Los hombres no lloran, no somos heridos puesto que nosotros somos quienes producimos las heridas. 

     Reí irónicamente.

__ Eras una mierda, padre... ¿Estas orgulloso de mi? Ahora soy como tú.- digo mientras me miro en el espejo.

      No podía ver mi propio reflejo, sólo el suyo. Me asqueaba al verle, su sonrisa maliciosa seguía presente mi memoria..- Ahora soy igual de mierda de lo que fuiste.- murmuré y su sonrisa creció al escucharlo.- Responde.- mi rabia creía al verle frente a mi y que no me respondiera.- ¿Estas orgulloso de verme igual de jodido que tu?.- las lagrimas reaparecieron.-

__  ¡Responde, carajo!.- grité para luego romper el espejo de un puñetazo. 

      Ah, lo hice de nuevo.

__ ¿Joven Jackson, está usted bien?.- preguntó una empleada del otro lado de la puerta.

__ Vete al diablo.- respondí amenazante.

__ Yo sólo ero que-quería... avisarle que su padre le llama.- dijo para luego marcharse. 

    Suspiro don pesadez, no quería salir de mi habitación en lo absoluto. Decido adentrarme en el baño y al mirar hacia el suelo veo que está la nota de ayer, me sentí inquieto nuevamente. Aquella caligrafía me era desconocida, no se quien ha sido pero no me da buena espina. 

     Me quité la camisa y con ella limpié mi herida. Eso me hace pensar en que ya no me duelen las heridas, quizás sea por tantas que me he hecho. Todo mi cuerpo estaba cubierto de heridas que yo mismo me he causado. Pienso en Camelia,  ella también ha sufrido lo mismo.Quizás deba disculparme, la verdad es que me pasé con el juego, y aunque fue idea de William también soy culpable puesto que participé en ello. 

__ Joven Jackson, su padre quiere verle.- dijo una voz desde afuera.

__ En unos minutos voy a su despacho.- respondí sin mucho ánimo. 

    Luego de haber vendado mi mano derecha fui directo a donde estaba el padre de James, y en efecto, mi padrastro. No es una mala persona pero realmente el no puede hacer nada para ayudarme.

__ Jackson, pasa. Te estaba esperando.- se levantó y me abrazó.

__ ¿Sobre qué quieres hablar?- me quedé inmóvil.

__ Tu madre se ha ido temprano a casa de su amiga. Al parecer esta un poco enferma, no ha dado detalles. Me pidió que te entregara esto.- me entregó una pequeña caja.

_ Vale. Yo saldré por ahí...- finalicé y el asintió no muy convencido. 

    Salí de allí y empecé a caminar hasta llegar a un parque solitario. Me senté cerca de un árbol y me dispuse a romper la envoltura, luego abrí la caja y  en su interior vi lo que parecía ser mechero. Tiene unas letras gravadas y estas me producen inquietud, siento que las he leído antes.

Tu Eres El Polo Norte y Yo Soy El Polo Sur (Dominik Santorski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora