Capítulo 14: Razones (2/3)

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    Narra James

    Un nuevo día había llegado y no quería levantarme para ir a clases. Odio el colegio, lo odio aun más que a mi mismo. Escuché la puerta abrirse y era mi abuela, posiblemente. Comenzó a moverme levemente y al ver que no me despertaba, lo hizo mas fuerte. Todos los días hacía lo mismo.

__ Se que estas despierto, James. Levántate que se te hará tarde.- comenzó a hablar.- James, no me hagas buscar agua fría para que te levantes.- me advirtió y abrí un ojo.- James.- me miró seria y reí.

__ Vale vale, ya estoy despierto.- me levanté y la abracé, ella me correspondió.- ¿En verdad tengo que ir?.- pregunté y mi abuela asintió.

__ Tienes que ir a estudiar, tienes que ser alguien en la vida, no como yo.- dijo mientras se alejaba de mi.- Date prisa, he preparado el desayuno.- sonrió y se fue de la habitación.

__ ¿El desayuno?.- reí amargamente.- Quizás sea lo único que coma en el día.- añadí para ir a tomar un baño. Me vestí con lo primero que encontré o mejor dicho, con lo mismo de siempre. Para aclarar la situación, soy pobre. 

   Fui a hasta la pequeña cocina y tomé lo que sería mi comida por el día de hoy. Me despedí de mi abuela y fui caminando hasta el instituto. Suspiro con pesadez,  ahora todo cambia. Tengo la obligación de aparentar lo que no soy por conveniencia, aparento ser agresivo y todo un asesino, ladrón, y demás, lo hago para así no ser signo de burla, al contrario, lo hago para ser signo de miedo. 

__ Hey James, hoy tenemos un trabajito.- dijo uno de mis amigos. Bien, al menos tendremos para comer por esta semana.- Solo tenemos que robarle a un niño rico, suele irse solo hasta su casa, que siempre esta sola.- finalizó.

__ Vaya sorpresa, no lo había notado.- murmuré con arrogancia.- Vale, en la salida nos reunimos.- dije para luego seguir con mi camino. Me tocaba filosofía así que fui al salón correspondiente, al entrar me encontré con Dominik, mi gran amigo. 

__ Hasta que al fin apareces.- murmuró y reí, nos saludamos, como hombres y nos sentamos para esperar a que el profesor llegara.- ¿Y tu abuela que tal esta?.- preguntó

__ Bien, cada día mas débil.- respondí. Dominik sabía casi toda mi vida, a excepción de algunas cosas como el hecho de que robo,  y que soy homosexual. ¡Ah! Y no sabe que me gusta. 

__ ¿Y el medico que ha dicho?.- preguntó.- Yo puedo pagar las medicinas.- añadió.- Sabes perfectamente que cuando de trata de ti, puedo ayudarte en lo que pueda.- sonrió.

__ Gracias Dominik pero esta vez nadie puede ayudarle.- su cara parecía confusa.- Su cáncer es terminal, ella lo sabe y solo quiere morir de manera natural, no quiere hacerse un tratamiento, según ella, eso sería malgastar dinero.- dije para luego sonreír de forma amarga.

__ James en verdad lo lamento.- sus palabras parecían reales. No, en realidad lo eran. 

__ Yo también lo lamento.- murmuré y entonces llegó el profesor. No tocamos el tema nuevamente ya que  Dominik sabía que hacerlo solo me lastimaría mas, aunque no lo dijera el lo sabía. 

    Al final del día cada quien tomó su camino y fui a hacer mi pequeño trabajito. Mis amigos ya tenían todo listo, mascaras, sogas, bolsos, todo. Seguimos al niño, el cual era super pequeño, muy adorable por cierto. Tal y como había dicho Ryan, el niño iba solo a su casa. Entró despreocupadamente y nosotros nos dirigimos a la parte trasera.

__ James tu ve por el niño, asegúrate de dejarle inconsciente o de al menos dejarlo muy bien atado.- pidió Ryan.

__ ¿Tenía que ser un niño? ¿No podía ser una niña?.- pregunté mientras me ponía el pasamontañas.- Menuda mierda, y yo que me quería divertir.- bromeé para luego subir las escaleras e ir a la habitación donde estaba el niño. Al entrar no había nadie.- Así que quieres jugar a las escondidas.- dije burlonamente.- Bien, juguemos.- finalicé y comencé a buscarlo, no estaba bajo la cama, tampoco en el baño, el armario, seguramente esta allí. Y bingo, al abrir el armario el niño estaba allí, temblando de miedo.- ¿En verdad creías que podías escapar de mi?.- pregunté con burla y su cara era de absoluto miedo, y como no estarlo, el que unos hombres entren a tu casa con pasamontañas no se ve todos los días ¿O si? Además, es un niño, un lindo, miedoso y tierno niño. 

Tu Eres El Polo Norte y Yo Soy El Polo Sur (Dominik Santorski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora