Él
Los ojos de Marie ardieron cuando los cinco focos blancos iluminaron su rostro. Pestañeó repetidas veces, mientras los gritos ensordecían sus oídos y caminaba lentamente hasta el micrófono en pie al medio del escenario. Los segundos parecieron horas mientras caminaba hacia él, pudiendo notar la enorme cantidad de gente que había delante de ella. Cientos, miles de espectadores sentados en sus butacas rojas, sonriendo y aplaudiendo mientras la pelirroja caminaba. La estancia era enorme y abovedada, con paredes de madera color caoba y unas grandes arañas de cristal que derramaban su dorada luz por todos lados. Si alguien gritaba, Marie estaba seguro de que el eco lo abordaría todo.
Marie llegó hasta el micrófono y sonrío hacia la audiencia. En pocos segundos, miró el rostro de las personas frente al escenario, pero no reconoció a ninguna. «Ya qué.»
—Buenas noches —saludó, intentando controlar el temblor de su voz—, qué bonita tarde, ¿no creen? —el público gritó y Marie hizo una mueca sin darse cuenta—. ¡Así igual de bonitas que todas las canciones de los artistas masculinos de esta categoría! —repitió como un robot las palabras que había memorizado durante los últimos días. La gente volvió a gritar y a aplaudir, emocionados.
Marie tomó el sobre en el estrado de metal a su lado y lo miró detenidamente unos segundos. Sus manos temblaron ante la expectación de saber quién era el ganador de la categoría y, lo más importante, en si era él.
—Está bien —dijo desdoblando el sobre y tomando la punta de la nota. Más gritos. Acarició el suave papel entre las yemas de sus dedos—, el ganador es...
Marie quitó la nota de adentro del sobre, sus oídos se embotaron a la vez que giraba la nota. Su corazón dio un vuelco.
—Hayden Lovelace —susurró.
La gente estalló en vítores, las luces brillaron en azules y rojos y Marie sintió como el aire se escapaba de sus pulmones en segundos. ¿Acaso lo vería levantarse de alguna butaca? Sus oídos se embotaron. Sin embargo, Hayden jamás apareció. Fueron unos segundos, Marie sintió como si la metiesen en una cápsula de tiempo y un segundo para ellos fuesen cien años para ella. Porque sintió como su cuerpo se desinflaba ante la idea de verlo, mas él no había venido. Dereck apareció nuevamente a su lado y la guió tras bambalinas otra vez.
—¿Y Hayden? —preguntó ella, con voz apagada.
—No se ha podido presentar —dijo él, poniendo los ojos en blanco—. Artistas, siempre algún problema por el cual no pueden acudir... Oye, ahí está su vídeo de agradecimiento.
Dereck señaló una pantalla colgada en una de las paredes. Todo por allí estaba desordenado, entre la gente correteando para que quede todo perfecto y los equipos de sonido, edición y demás cachivaches que ella no conocía. Marie giró el rostro hacia la pantalla, mirando como Hayden aparecía en ella. Marie caminó lentamente hasta acercarse, quedando a un metro de distancia, boquiabierta y con el corazón latiendo aceleradamente.
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Sin título
RomancePorque él era un libro en blanco y ella la mejor escritora. MikaylaLlambi, 2015-2016©. Editada en 2019©. #13 en Romance. #3 en Libros.