Última vez
Se vendieron millones de canciones. Los sencillos se encontraban en el primer puesto de Billboard y de iTunes. El nuevo disco de Hayden fue lanzado y, por más que Marie y sus amigos se esforzasen en hacerlo sentir bien por su trabajo; Hayden no estaba conforme. Ease your soul fue un gran éxito, incluso batió récords de venta a nivel mundial. Los tickets para el tour comenzaron a venderse con rapidez y pronto quedaron agotados en casi todos los países. De todas formas, Marie aún no estaba enterada. Los álbumes, según sabía Hayden, se venderían unos días después al comienzo del tour, revelando la canción para Marie únicamente en ese momento.
El tour de Hayden comenzaría en China, el 6 de mayo, debiendo partir al país al menos cuatro días antes. El día actual, primero de mayo, Hayden se debatía como le diría a Marie que se iría por once meses y qué, además, se debía ir mañana en la mañana. Observaba su reflejo en el baño, confundido con sus pensamientos, preguntándose por qué no se lo había dicho antes. Se dijo que por miedo, aunque estaba seguro que era por egoísmo: quería aplazar todo lo posible el momento en el que debería irse.
También estaba sorprendido del hecho de que Marie no lo supiera aún, que no se hubiese enterado por sus propios medios. Claro, tampoco es como que él lo hubiese anunciado en Twitter o lo hubiesen pasado en la televisión; más las ventas habían volado por las nubes. También sabía que Marie no miraba el noticiero y tampoco le prestaba excesiva atención a las redes sociales más allá de los chats, así que se dijo que era por eso.
Lo que agravaba, aún más, que él no se lo hubiera contado antes. En el fondo, le pesaba gravemente en la conciencia, y mientras más esperaba peor sería para los dos.
Había estado largo y tendido pensando en cómo decírselo hasta que se hizo demasiado tarde. Había tomado una decisión, pero ni siquiera a él mismo le gustaba, usándola únicamente si era la última opción viable. Podía que lo odiase, incluso que se enojara con él y no quisiera volver a hablarle, pero ¿qué otra cosa podría hacer?
Esa noche, Marie llegó del trabajo con los hombros caídos. Hayden la había estado observando mucho más últimamente, la forma en la que sus manos temblaban ligeramente, la palidez de su piel, la comisura de los labios estirada hacia abajo. Era como si, en su afán por ayudarlo a salir adelante, ella mismo hubiese tocado fondo. Hayden no lo creía posible, pero parecía tener sentido ese momento. Se sintió un poco más culpable de lo usual, así que, apretando los labios, se acercó a ella para besarla a modo de saludo y le dijo:
—¿Te apetece salir a caminar? —preguntó.
Ella asintió, entrecerrando ligeramente los ojos, y dejó caer el bolso. Eran cerca de las siete de la tarde y, por extraño que resultara, hacía calor. Apartó un mechón de cabello de su rostro, que caía indomable por delante de sus ojos, y soltó el aire de un golpe.
—Sí, claro. Dejo las cosas y listo.
Marie dejó caer el bolso y la chaqueta sobre el sofá. Se sentía acalorada y, por alguna extraña razón, nerviosa. Arremangó la fina blusa que llevaba puesta, por encima de los codos, y se giró para mirarlo. Hayden estaba al lado de la puerta, esperándola, las manos enfundadas en los bolsillos de su pantalón.
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Sin título
RomancePorque él era un libro en blanco y ella la mejor escritora. MikaylaLlambi, 2015-2016©. Editada en 2019©. #13 en Romance. #3 en Libros.