44. Go back home

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Volver a casa

Cuando se subió al avión y vio como ella se alejaba, pensó que no podía haber cometido una tontería tan grande

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Cuando se subió al avión y vio como ella se alejaba, pensó que no podía haber cometido una tontería tan grande. Luego, se repitió que para ella tenía que ser lo mejor, debía ser lo mejor, y solo se recostó en su asiento para intentar dormir. Respiró profundamente y sujetó sus manos, que amenazaban con comenzar a temblar, y el avión ascendió por el aire.

De ninguna forma fue fácil, aunque eso Hayden ya lo sabía. Al llegar al aeropuerto, debió salir por delante del mismo; no por detrás. El resultado fueron decenas de cámaras en su rostro, el flash de las mismas explotando en sus pupilas con dolor. Los esfuerzos de los guardias para sacarlo de allí fueron inútiles por algunos segundos, donde Hayden sintió que el corazón estallaría dentro de su pecho, el aire apretándolo mientras su cabeza comenzaba a palpitar. No sabía qué hacer, por un segundo sintió que no sabía dónde estaba. Pestañeó con confusión, respirando pesadamente, hasta que una mano tiró de él y Hayden apareció dentro del coche que lo llevaría al hotel.

Él había movido la cabeza esperando encontrar a Marie, pero claro que no estaba allí; él había pedido el tiempo. Él la había obligado a quedarse en Londres. Se repitió que «era lo mejor» decenas de veces, mientras el coche encendía su motor y los golpes de las fans en los vidrios llenaba sus oídos.

En los primeros meses se creó una rutina: Hayden despertaba a las cuatro de la mañana a causa del insomnio, a las siete desayunaba con el equipo, a las nueve iba al estadio a comprobar el sonido, luego volvía al hotel, a las cinco volvía a ir al estadio y comenzaba todo el proceso de bastidores: los Meet&Greet, la selección de la ropa, la estilista peinándole el cabello, los del equipo de sonido quejándose del posible eco, la prueba de luces... Todo para encontrarse con que lo esperaba una habitación de hotel vacía y no Marie. Le afectaba en profundidad el hecho de no solo no estar en su casa, sino de no tener a Marie que crease ese sentimiento de casa. Por muy trillado que sonase, Hayden sentía que cualquier lugar en el mundo podía ser su casa, pero solo si Marie estaba a su lado.

Tal vez la parte más difícil eran los Meet&Greet. Debía sonreír y debía mostrarse bien y feliz, todo lo que no estaba. Se dijo que si Marie estuviese ahí lo ayudaría, que lo haría sentirse bien. Pero claro, Marie seguía sin estar allí. Marie no se aparecería allí. Lo peor era cuando comenzaban las preguntas y Hayden sentía que se ahogaría intentando encontrar una respuesta que dijera la verdad, pero no revelase demasiado de su situación actual. No quería que Marie fuese acosada si alguien se enteraba de que había presionado el botón de pausa en su relación.

Sin embargo, en uno de los primeros M&G, una fan pidió para tomarse una foto con él —lo que era lógico, porque para eso era el M&G— y, cuando Hayden terminó de sonreír y ambos acordaron que la foto había quedado bien —y, también, luego de que Hayden le agradeció por estar allí— la fan preguntó:

—¿Dónde está Marie? —La inocencia en su voz le dio a entender a Hayden que no lo preguntaba con malicia, mas la pregunta en sí le sentó increíblemente mal. Fue como si le hubiesen golpeado con un palo en el estómago—. Me hubiera gustado conocerla.

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