Camila POV.
Mis dos únicas amigas están con sus parejas y yo sola en mi casa, no me quejaba, me gustaba que ellas fueran felices. Me encanta que la gente este en pareja y enamorada, solo que yo pienso que eso no es para mí. Soy bisexual eso lo tengo bastante claro desde que era pequeña, me enamoro de las personas no me fijo en si son chicos o chicas, me gustan bastante los dos. Cuando se lo conté a mis padres se lo tomaron bastante bien cosa que agradezco mucho. En el colegio tuve dos novios con los que apenas dure unos meses y en unas vacaciones de verano estuve saliendo con una chica pero nada serio. Eran súper majos conmigo, pero sentía que no estaban hechos para mí así que los acabe dejando. Creo en el amor a primera vista, en los flechazos y el estar destinado a otra persona. Creo en el amor. El amor lo puede todo, el amor rompe barreras o eso dicen, como dije yo nunca me había enamorado, solo soy una chica de diecinueve años que aceptó hace bastante tiempo que eso nunca le pasaría a ella. Las parejas con las que estuve eran perfectas y me trataban como una reina pero no podía sentir amor. Dinah dice que ya llegará alguien que me quite esa idea de la cabeza y me enamore como una niña tonta pero yo tengo claro que estoy destinada a estar feliz por las historias de amor de la gente que me rodea, pero nunca tendré una propia.
Ya era domingo por la tarde-noche y Dinah estaba entrando por la puerta con su enorme maleta. No entendía porque había llevado una maleta si sólo se fue un fin de semana pero bueno es Dinah.
- ¡Mila, ayúdame! - Dinah estaba en una situación bastante cómica intentado cerrar la puerta con todas las bolsas y su pedazo maleta que no soltaba así que fui a su rescate.
- ¿En que momento traes mil cosas más de las que te llevaste si sólo fuiste a una casa rural dos días, Dinah?
- En todos los sitios hay cosas para comprar Mila, tienes que aprender eso, además te traje un regalo no te quejes.
Me dispuse a abrirlo y resultó ser una figurita bastante fea con forma de zorro, eran las míticas figuritas que ponías encima de la tele antes que fueran todas de plasma. Después de darle las gracias más falsas de mi vida a Dinah fui a mi habitación a buscarle sitio a mi querido zorro, tenía que ser el lugar menos visible de la habitación así que lo puse en una pequeña estantería que tenía detrás de la puerta, lo coloqué detrás de un par de libros, así si miras solo podrías ver parte de su cola, nada mal en comparación con lo que podía ser.
Mientras cenábamos en la sala, me llegó un mensaje de Normani diciendo que pasó todo el fin de semana conociendo a jackson y que resultó ser un amor, obviamente me alegre mucho por ella. Decidí que ya era momento de presentársela a Dinah y que las dos juntas suspiraran por su amor por Beyoncé, le mande un mensaje diciéndole que si quería podía venir a mi casa a dormir y mañana iríamos juntas a la universidad, me respondió al instante un sí, entonces le mande mi dirección.
Normani no tardo mucho en llegar, le presente a Dinah y se llevaron súper bien como supuse en un primer momento. Estuvimos casi toda la noche hablando y sentía como si todas fuéramos amigas de toda la vida. La mañana siguiente nos levantamos tarde por que apenas habíamos dormido nada, nos despertó el timbre que resultó ser Sam. Nos dijo que estuvo mas de quince minutos timbrando.
Cuando llegamos a clase ya habíamos perdido las 2 primeras clases y la tercera ya había empezado así que no podíamos entrar, decidimos ir a sentarnos al césped dado el precioso día que hacía hoy.
- Me lo pasé genial en tu casa Mila, Dinah es súper maja, me cayó muy bien.
- Sabía que te caería bien, sois muy parecidas.
- Igual, ella está un poco mas loca que yo. - Reímos porque era totalmente cierto, nadie supera la locura de Dinah.
Hablamos durante un rato más pero nos quedamos dormidas en el césped. El sol rozando nuestras pieles y lo poco que habíamos dormido la noche anterior ayudaron bastante a que eso sucediera. Nos despertamos cuando ya habían acabado todas las clases. Habernos dado un apurón para poder por lo menos asistir a alguna clase no había servido de nada. Nos levantamos del césped y fuimos hacia el aparcamiento para coger el coche de Mani y dirigirnos a cualquier restaurante para comer algo.
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Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).
FanfictionCuando menos te lo esperas aparece lo que menos te imaginas, el amor.