Capítulo 53

3.8K 146 2
                                    

Camila POV.

No podía estar más feliz, habíamos acabado todos los exámenes y ahora estábamos tiradas en el césped del campus, yo estaba entre las piernas de Lauren mientras que Normani y Alexa estaban acostadas a nuestro lado, con las manos detrás de la cabeza y mirando el cielo. Mañana era la fiesta de fin de curso, nos darían las notas y luego vacaciones. Iba a cantar la canción que compuse con Shawn y ahora mismo estaba discutiendo con Lauren porque me tenía que ir con él a ensayar y ella no quería que me fuera. 

- Mi amor, me tengo que ir ya o llegaré tarde. - intentaba levantarme pero cada vez que hacía el amago Lauren me rodeaba la cintura con sus brazos y me atraía hacía ella. 

- No vayas... - Dijo haciendo puchero cuando me giré para verle la cara. - Tú ya cantas bien no hace falta que vayas. - Me reí y le puse la mano en su cara y ella aprovechó para morderme un dedo. 

- Tengo que ir no quiero que nos salga mal, además me esta esperando. - Le di un beso en los labios y me levanté rápido para que no me cogiera. 

- No me gusta que vayas con él, me cae mal. - Dijo frunciendo el ceño. 

- Lauren... Ya hablamos de esto, es sólo un amigo. 

- Un amigo que te besó. - Rodé los ojos y me incliné para cogerla de las mejillas y darle otro beso. 

- Te quiero y me voy. - Iba a empezar a caminar cuando Lauren me tiró de la mano haciendo que cayera encima de ella. - ¡¡Lauren!! me tengo qu...- No me dio tiempo a acabar la frase porque me había callado de un beso. - que ir. - dije cuando me separé de ella. 

- No... - Hizo puchero y rodé los ojos por lo tonta que era. Me agarró fuerte de la cintura y me volvió a besar. 

- Lauren deja a la loquita que se vaya a ensayar con el gay de la guitarra. - Nos separamos y vimos como Vero se acercaba a nosotras junto con Dinah.

- Vale, vale. - Me soltó y se levantó conmigo.

- Te llamo cuando acabe. - Le di un beso en los labios y otro en la nariz. - Te quiero. 

- Y yo. - Cogí mi guitarra del suelo y me fui corriendo a casa de Shawn.

Llegué a su casa casi una hora tarde. Me abrió la puerta un poco enfadado. 

- Lo siento. - Puse cara de perrito abandonado.

- Más te vale que estuvieras haciendo algo bueno para tardar tanto. - Me reí. - Anda vamos. 

Estuvimos ensayando la canción dos horas y creo que nos saldrá perfecta. Metí la guitarra en la funda y la deje apoyada en la pared antes de sentarme en su cama. Él se sentó en la silla de su escritorio. 

- ¿Qué tal te salieron los exámenes? - Preguntó mientras tecleaba algo en su portátil. 

- Genial, espero tener buenas notas. - Yo siempre fui muy estudiosa así que no tendría problema. - ¿A ti?

- Bien, malo será que me quede alguna. - Hizo una mueca y yo sonreí. - ¿Y con Lauren qué tal? - Solté una sonrisa en pensar en Lauren. 

- La verdad es que estamos mejor que nunca. Seguramente nos vayamos juntas de vacaciones y todo. 

- Me alegro. - Dijo un poco triste. 

- ¿Y tú, conociste a alguna chica? - Agachó la cabeza y se sonrojó un poco. - Uy, eso quiere decir que alguien hay, cuenta. 

- No es nada, una chica que conocí en la biblioteca ni si quiera se como se llama. 

- ¿Y por qué no lo averiguas? 

- Porque me muero de la vergüenza, Camila. - Me reí porque él no era para nada vergonzoso con las chicas. 

- ¿Tú teniendo vergüenza? eso es que te gusta  mucho, vuelve a la biblioteca, igual tienes suerte y la ves. 

- Ya, seguro. 

- ¿Quien sabe? yo nunca pensé que me volvería a encontrar con Lauren cuando la conocí y míranos ahora. Sí te gusta, búscala e inténtalo, no pierdes nada e igual ganas a una chica increíble. 

Después del ensayo con Shawn fui a casa de Lauren, tenía una llave que me había dado ella para que fuera cuando quisiera así como ella tiene una de mi casa y cuando entré me encontré a Verónica en el sofá encima de Alexa. 

- ¿En serio? ¿vosotras no tenéis habitación? 

- Joder, Camila, que susto. - Dijo Vero poniéndose la camiseta y saliendo de encima de Alexa. 

- Perdón, Mila, no sabía que venía nadie y Lauren está en su habitación. - Dijo un poco avergonzada, colocándose la falda y poniéndose su camisa.

- Y nos entró el calentón y ante eso lo hacemos donde cuadre. 

- ¡¡Verónica!! - Le gritó y yo me reí. 

- Hacéis bien, Lauren también es así. Lo que nos ha tocado aguantar. - Dije mirando para Alexa. 

- Y tanto. - Nos reímos y Vero rodó los ojos.

- Si ya, tendréis queja vosotras. - Alexa le dio un beso en la mejilla y Vero le agarró la mano tirando de ella para salir de la sala. - Tú y yo vamos a tu habitación a acabar esto y tú, loquita, vete a la habitación de Lauren que tu chica te esta esperando como loca. 

Entré en la habitación de Lauren y estaba tirada en la cama boca abajo mientras veía algo en el portátil. Cerré la puerta con cuidado y me tiré encima de ella. 

- Hola, mi amor. - Le dije en el oído. 

- Joder, Camila, casi me da un infarto. - Se giró en la cama y yo seguía encima de ella. Se incorporó un poco y junto nuestros labios. - ¿Qué tal con tu amigo? - Dijo haciendo comillas en la palabra amigo y entrecerré los ojos mirándola. 

- Bien, el ensayo nos salió genial y luego me contó que le gusta una chica. 

- No, si que le gusta una chica no es novedad. 

- Lauren... Una chica que no soy yo, idiota. 

- Pues que se hagan novios y se casen y tengan hijos pero a ti que te deje en paz. 

- Que tonta eres. - Y volvió a besarme. 

- Sólo cuido lo que es mío. - Dijo con una sonrisa. 

- ¿Soy tuya? - Arqueé una ceja. 

- Sip, desde el momento en el que tropezaste y te caíste encima de mí en los pasillos de la universidad. - Sonreí como una idiota porque tenía toda la razón. 

- Y tú eres mía desde que abrí los ojos y pude ver que tenía delante de mí los ojos más bonitos del mundo. 

- Y yo soy tuya, mi amor. - Volvimos a besarnos y me separé después de un rato. 

- Ah, y cuando entré pillé a Vero y a Alexa apunto de hacerlo en el sofá. -Dije riendo pero a Lauren no le hizo tanta gracia por la cara que puso. 

- ¿QUÉ? ¿EN EL SOFÁ? ¡yo las mato! - Hizo el amago de levantarse pero la frené. 

- Cariño, tú y yo lo hicimos miles de veces en ese sofá. 

- Pues por eso, el sofá es nuestro.  - Dijo con el ceño fruncido y me volví a reír.

- Si es por esa regla cada rincón de esta casa tendría que ser nuestro.

- Cierto.

- Cierto. - Y nos volvimos a besar y a besar hasta que acabamos haciendo el amor. 





Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora