Camila POV.
Me estaba arreglando con Dinah para otra noche de chicas y como siempre ella no sabía que ponerse y me estaba volviendo loca.
- ¿Qué haces? - Dije entrando en su habitación y viendo un montón de ropa tirada encima de su cama y a ella cogiendo una camiseta para probársela.
- Poniéndome una camiseta.
- Eso ya lo veo.
- Chica ¿entonces para que preguntas? - Puse los ojos en blanco.
- ¿Por qué hiciste tanto desastre? no es cómo si fueras a ligar, ya tienes novio, Dinah.
- Siempre esta bien que te miren más chicos que no sean el tuyo. - Dijo bajándose más el escote de la camiseta y levantándose las tetas.
- No entiendo ¿si ya tienes novio para que quieres que te miren otros?
- Déjalo, Mila, no lo entenderás nunca. Tú sigue con tus pescados. - Me guiñó un ojo y se cambió sus pantalones largos por unos shorts.
- Eres muy tonta Dinah Jane.
- Sí, pero me quieres. - Se acercó a mí y me pellizco un moflete.
- Eso es lo que te hago creer. - Me burlé de ella y me sacó el dedo del medio haciéndome el corte de manga y me reí.
Después de probarse un par de camisetas más, Dinah dio con su look perfecto. Yo iba bastante sencilla, zapatos negros de tacón, pantalón pitillo de tiro alto y una blusa blanca, me puse poco maquillaje y me alise el pelo dejándolo suelto. Dinah era todo lo contrario a sencillez, camiseta con escote casi hasta los pies, el short más corto de su armario y unos taconazos que por si no era alta antes ahora lo confirmaba seguro. Se había dejado el pelo suelto dejándolo caer por sus hombros y se había puesto su exceso de maquillaje.
Nos encontramos con las demás en la esquina de nuestra casa. Nos acercamos a saludarlas y pude ver a Lauren que estaba apoyada en la pared al lado de Vero y Normani. Llevaba un pantalón negro más apretado que el mío, una camiseta roja de manga corta con las mangas dobladas y tacones negros. El maquillaje en los ojos hacía que se resaltará más el verde, el pintalabios rojo le iba a juego con la camiseta y tenía el pelo perfectamente liso. Estaba preciosa. Se acercó a mí y me dio un beso en los labios a modo de saludo.
- Estás preciosa. ¿Está mal que esté pensando en quitarte esa blusa ahora mismo?
- Esta vez no porque yo estoy pensando lo mismo. Tú también estás preciosa.
- Es de naturaleza, mi amor. - Paso su mano alrededor de mi cintura y caminamos hacía las otras chicas.
- Mira que eres egocéntrica.
- Soy realista, no confundas. - Dijo mientras se reía. Rodé los ojos.
- No tienes remedio. - Me paró y se puso en frente de mí sin soltar su agarré de mi cintura y poniendo su otra mano en el otro lado de la cintura rodeándome con sus brazos.
- Ya, pero te encanto. - Me besó. - Y tú me encantas a mí. - Y me volvió a besar.
- Vosotras, las tortolitas, que no tenemos toda la noche, vamos. - Nos gritó Dinah haciendo que nos separáramos.
Estábamos en la discoteca y Lauren no se separaba de mí ni un segundo, a cada paso que daba la tenía detrás, sólo bailaba con ella y no me dejaba ir sola ni al baño. Ahora estábamos en la pista y no podía bailar con nadie más que no fuera ella porque no me soltaba.
- Lauren, mi amor, agradezco que me cuides pero me gustaría bailar con las chicas también. - Le dije sonando dulce para que no se enfadara.
- Tenía que haberte traído un chaleco antibalas así estaría más tranquila.
- No seas tonta, no me va a pasar nada. Así tú no te estás divirtiendo y me estás agobiando un poco.
- Vale, voy a la barra, pero te estaré vigilando.
- Eso seguro. - Sonreímos y me dio un beso antes de dirigirse a la barra.
Me sentí más libre al no tener a Lauren todo el rato pegada a mí y bailé con las chicas. Entendía su preocupación y a decir verdad yo también estaba un poco asustada. Desde el disparó cogí un poco de miedo y a veces me agobio y miro para todos los lados en la calle asustada de que algo pase.
Llevaba un rato en la pista bailando con Ally y decidí ir a la barra a buscar a Lauren pero no la podía encontrar. Fui al baño y no estaba en la cola, pensé que estaría dentro y esperé un rato a ver si salía pero salieron un montón de chicas menos ella. Volví a la barra y en el camino choqué con dos chicas que se estaban besando.
- Uy, perdón. - Le dije a la chica con la que tropecé.
- No pasa nada. - Se giró para contestarme y pude ver a la otra chica. Era Lauren. La miré desconcertada, una lágrima cayó por mi mejilla y noté como se me encogía el corazón.
- Camila... No es lo que parece. - Se acercó a mí pero me separé y salí corriendo.
Corrí todo lo que los tacones me dejaban mientras las lágrimas me empapan la cara. Escuchaba cómo Lauren gritaba mi nombre y corría detrás de mí. Las palabras que me había dicho su padre retumbaban en mi cabeza. "Lauren es una mujeriega", "bebe y se folla a mujeres", "está en su naturaleza", "no te sientas especial, para ella eres una más". Esa última frase era la que más sonaba dentro de mí, era una más para ella. Su padre tenía razón. Lauren me alcanzó y me agarró del brazo.
- Camila déjame explicarte, no es lo que piensas. - Dijo agotada por la carrera. Me solté de su agarre bruscamente y la miré con odio.
- No hay nada que explicar, esta todo bastante claro. - Me dí la vuelta para marcharme pero volvió a pararme agarrándome de la muñeca.
- Espera, esa chica la conocía de-
- ¡ME DA IGUAL DE DONDE LA CONOCÍAS, TE ESTABAS BESANDO CON ELLA! - Volví a soltarme e intentó agarrarme de nuevo pero no la deje. - NO TE ATREVAS A TOCARME, LAUREN. - Di un paso atrás. - Estaba ciega, estaba claro que acabarías haciendo algo de esto, sólo fui una más. Soy idiota. - Las lágrimas me impedían ver con claridad pero pude notar que Lauren también estaba llorando.
- ¿QUÉ? ¿TE ESTÁS CREYENDO LO QUE TE DIJO MICHAEL?
- Tú hiciste que me lo creyera. - Y salí de allí corriendo hacia mi casa.
- ¡¡CAMILA!! - No le hice caso y seguí corriendo y llorando. - ¡¡JODER!!
Lauren POV.
Había perdido de vista a Camila y cuando iba hacia la pista a buscarla una chica rubia me paró, no me acordaba de quien era hasta que caí y supe que era África la camarera que conocí en un bar. Había quedado de llamarla y nunca lo había hecho. Estuve hablando un rato intentando deshacerme de ella para ir a buscar a Camila pero cuando me quise dar cuenta me estaba besando. Me paralicé porque no lo había visto venir y en ese momento chocaron contra nosotras y de todas las personas que había en la discoteca tuvo que ser Camila.
Soy gilipollas, Camila se estaba creyendo las palabras que le dijo Michael pero no la podía culpar, tenía un pasado y me estaba jodiendo el presente. Se fue corriendo y me quedé con el corazón destrozado llorando en medio de la calle.
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Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).
FanfictionCuando menos te lo esperas aparece lo que menos te imaginas, el amor.