Camila POV.
A los dos días de lo que pasó con Aria me mandó un mensaje. Yo ni me acordaba de en que momento nos dimos los números pero decidí contestarle porque me sentía mal por haberla echado así de mí casa. Los mensajes cada vez eran más y estuve una semana hablando con ella a todas horas por WhatsApp. Nos contamos las cosas, yo le conté de Lauren y le conté la verdadera razón por la que la eché de casa aquel día y ella me entendió. Quedamos un par de veces para tomar café y dar una vuelta y la verdad es que me ayuda bastante y me siento agusto con ella. A veces nos besamos pero la paro antes de que llegue a más y lo entiende. No estamos saliendo pero nos vemos muy a menudo y las cosas van bien entre nosotras. Sigo echando de menos a Lauren y su carta sigue encima de mi mesilla de noche pero decidí que tengo que seguir adelante y parece que Aria es un buen comienzo para eso.
Lauren POV.
Estaba sentada en el porche de mi casa mirando como oscurecía el día para darle la bienvenida a la noche. Hacía un poco de frío así que estaba enrollada en una manta. Pasé toda la semana siendo la sirvienta de Chris por haber perdido al FIFA y le hacía la cama y los deberes todos los días. Tenía que cocinar para él a todas horas y lo mejor de todo era que me mandaba darle consejos sobre las chicas mientras jugábamos a la consola. Yo no era quién para aconsejar sobre eso pero mi hermano era un depravado, lo único en lo que piensa es en tetas y culos, es una hormona andante.
La puerta de mi casa se abrió y salió mi madre. Se sentó a mi lado y le deje un poco de manta para que también se tapara.
- ¿Que haces aquí tan sola?
- Nada. Pensar, supongo.
- ¿Que te pasa, Lauren? - Vale, esta pregunta me pillo por sorpresa.
- ¿Eh?
- Que soy tu madre, no soy tonta y algo te pasa. ¿Por qué te quedaste aquí y no volviste a la universidad? y no me digas que es por ayudarme porque te conozco y desde que volviste pareces otra persona, estás triste todo el día Lauren. ¿Es una chica? - Mi madre había dado en el clavo a la primera.
- Sí...
- ¿Y que pasó que te tiene así?, ¿no le gustas?
- Sí. Pero me alejé de ella, mamá.
- ¿Por qué?
- Porque es lo correcto.
- ¿Te gusta mucho?
- Sí..
- ¿Y tú a ella?
- Creo que también.
- ¿Entonces que es lo correcto?
- Mamá yo no soy la persona que ella merece.
- ¿Te lo dijo ella? - Negué agachando la cabeza. - Entonces, ¿por qué no te merece?
- Porque soy un desastre, mamá.
- ¿Sabes? yo te veo muy cambiada desde que estás aquí, ya no sales con esos amigos con los que te juntabas antes y ya no vienes borracha a casa. Hablas más con tus hermanos y dejaste de ser tan fría como antes y si es gracias a esa chica es porque merece la pena.
- Merece a alguien que no tenga miedo a quererla..
- Lauren, sé que mi relación con tu padre te afecto y por eso estuviste toda la vida encerrándote en ti misma sin dejar que nadie entrara a tu vida. Pero del amor no se puede escapar, Lauren. El amor llega, arrasa y te rompe todos los esquemas. No todo el mundo tiene la suerte de encontrar el amor, a su amor y por lo que veo tu encontraste al tuyo. No lo alejes, no sientas miedo de amar, Lauren. Amar es la mejor sensación del mundo. También sufres, pero esas son las consecuencias que tiene el amor. Yo sufrí mucho, muchos años por culpa de tu padre, sigo enamorada de él, pero del chico que conocí cuando era joven por eso me costó tanto separarme, porque no quería dejar ir a ese chico. Pero me dí cuenta de que tu padre no sabe amar, es tan egoísta que sólo se ama a sí mismo. Tu no eres así, mi amor. Vas a sufrir y vas a llorar pero también vas a ser feliz y te vas a sentir la mujer más afortunada del mundo. Olvídate de todo lo que pasé yo con tu padre porque es un caso entre miles. Date la oportunidad de vivir. - En ese momento las lágrimas ya recorrían mis mejillas y mi madre me abrazó con fuerza dándome un beso en la cabeza. - ¿La quieres?
- Mucho...
- Entonces ¿que haces aquí, Lauren?. Vete a buscarla y díselo. Te mereces ser feliz. - Me abracé a mi madre y estuvimos así por horas.
Entré en casa de nuevo después de tres meses y medio decidida a buscar a Camila. Las palabras que me dijo mi madre hicieron que dejara cualquier tipo de miedo y duda atrás. Ya me daba igual sufrir, si era por ella valía la pena. Entré en mi habitación y deje la maleta. Cogí las llaves del coche y fui a casa de Camila. Justo cuando iba a timbrar al telefonillo abrieron la puerta del portal y me metí dentro. Subí en el ascensor muerta de nervios y cuando se paró y se abrió en la planta de Camila me temblaban tanto las piernas que pensé que no iba a ser capaz de salir pero estaba decidida a recuperarla así que salí del ascensor y antes de timbrar me quede mirando para la puerta porque no sabía muy bien que le iba a decir. Los nervios me comían por dentro y cuando levanté el brazo para darle al timbre me temblaban los dedos. Timbré y al rato salió Camila en unos shorts que parecían de pijama y una camiseta de tiras haciendo juego. El pelo suelto le caía por los hombros, estaba preciosa. Me quedé mirando para ella con cara de tonta y ella me miraba asombrada como si no se creyese lo que estaba viendo.
- Ho-hola.
- ¿Lauren? - Camila me miraba extrañada cuando una chica rubia de ojos azules se acercó a ella preguntándole quien era y la abrazó por la espalda dándole un beso en el cuello. Yo me quedé paraliza ante aquello porque realmente no me lo esperaba y Camila seguía sin apartar los ojos de mí.
- ¿Quién es? - Le pregunté a Camila casi sin voz y señalando a la rubia con la cabeza. Antes de que le diera tiempo de responder la de los ojos azules se le adelantó.
- Soy Aria, su novia. - ¿Novia?, miré a Camila que no decía nada y salí corriendo por las escaleras.
Al llegar a la calle reventé una papelera a patadas y me puse a llorar como una niña pequeña. La había perdido por idiota. Había llegado demasiado tarde.
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Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).
FanfictionCuando menos te lo esperas aparece lo que menos te imaginas, el amor.