Capítulo 45

3.4K 144 1
                                    

Lauren POV.

Habían pasado dos semanas y Camila no me hablaba, la llamaba y me colgaba o simplemente no me cogía, iba a su casa pero no me abría la puerta y le pidió a Dinah que ella tampoco lo hiciera, en la universidad me ignoraba y hacía todo lo posible para no verme, cuando la veía con las chicas y me acercaba a ellas, ella se iba. Un día que fui a su casa, vi que tenía las luces apagadas y decidí esperarla en la calle, cuando me vio intenté hablar con ella pero me dijo que no quería verme y me cerró la puerta del portal en la cara. Al día siguiente la esperé en la puerta de su clase para esperar a que saliera y poder hablar, cuando salió la agarré del brazo y la metí en un baño pero no me dejó explicarme, lo único que me lleve de su parte fue una bofetada y un par de lágrimas. No me daba la oportunidad de explicarle como fueron las cosas y eso me llenaba de rabia porque ya no sabía que hacer para que me escuchara. Al final me rendí y decidí darle su espacio por mucho que me doliera. 

Hoy decidí ir al cine de mi abuelo, era un buen lugar para despejarse y eso era exactamente lo que necesitaba. Intentar hablar con Camila me daba esperanza de que me fuera a escuchar un día y recuperarla pero desde que dejé de intentarlo siento que la perdí y eso me estaba matando pero no puedo obligarla a hablar conmigo si ella no quiere. 

Saqué la llave de mi bolsillo trasero y abrí la puerta. Me dirigí a la sala de reproducciones para poner una película pero la que yo quería ver ya estaba puesta y se estaba reproduciendo, me pareció bastante extraño, no creo que mi abuelo viniera, me hubiera avisado de que estaba en la ciudad. Bajé a donde estaban las butacas y pude ver la silueta de una mujer sentada en una de las butacas de la primera fila. La película estaba acabando y podía escuchar unos pequeños sollozos. Cuanto más me acercaba mejor distinguía la silueta. Camila. Me sorprendió verla ahí pero me acerqué del todo a ella y me senté en la butaca de al lado. Me miró asustada y sorprendida por verme allí y luego centró su vista de nuevo en la pantalla, donde ya estaban poniendo los créditos. 

- ¿Tan fuerte puede ser el amor de una persona? - Dijo sin apartar la vista de la pantalla. - Clavarse un puñal por no soportar el dolor de ver a su marido muerto. Luchan toda la película por su amor para poder estar juntos y acaban así. Los finales felices no se escribieron para personas con amores tan fuertes. - Por sus mejillas caían lentamente unas cuantas lágrimas. - Un amor tan fuerte sólo puede acabar en tragedia. - Dijo agachando su cabeza. 

- Eso es mentira. - Puse mis dedos en su barbilla para hacer que levantara la cabeza y poder mirarla a los ojos. - Siempre hay una excepción, Camz, es injusto que un amor como el de Romeo y Julieta acabe en tragedia. Igual es momento de que la historia cambie. - Dije haciendo referencia a nosotras. Apartó su mirada de la mía y se levantó. 

- Es mejor que me vaya, este sitió es tuyo, no debería haber venido, lo siento. - Me levanté detrás de ella. 

- Camila, espera. - Se giró para verme. - Déjame explicarme, déjame contarte como pasaron las cosas y después decides si creerme o no, si perdonarme o no pero necesito explicártelo, por favor. - Camila se quedó en silencio y al cabo de unos segundos asintió con la cabeza dándome permiso para hablar. 

Dí un par de pasos para quedar más cerca de ella pero al verme dio un paso hacia atrás. Estábamos un poco lejos la una de la otra, en el pasillo que separaba las butacas del lado izquierdo de las del lado derecho. Ella cerca de la puerta y yo más cerca de la pantalla que de ella pero era mi momento de hablar y no iba a desperdiciarlo. Tenía que explicarle que yo no besé a aquella chica. 

- Cuando dejé de bailar contigo fui a la barra como te dije, estuve un rato allí hablando con Normani y viendo como bailabas, me entretuve hablando con Mani y cuando volví a mirar hacía la pista de baile ya no estabas allí, me levanté para buscarte y cuando estaba de camino a la pista me paró la chica con la que chocaste, al principió no caía en quién era hasta que me dí cuenta de que era la camarera de una discoteca a la que fui una vez para emborracharme. - Camila frunció el ceño. Suspiré. - ¿Te acuerdas el día que fuimos a cenar todas a tu casa y te pregunté que sentiste cuando nos abrazamos por primera vez y te conté como me sentí yo? - Camila asintió con la cabeza. - Me dijiste que era una cobarde y que iba por el camino fácil. Me enfadé muchísimo conmigo misma porque lo que dijiste era totalmente cierto. África era la camarera de la discoteca y yo estaba enfadada y llena de ira porque por ese entonces sólo quería no sentir, no sentir todo lo que estaba sintiendo por ti así que coqueteé con ella y mientras ella acababa el turno yo la esperaba emborrachándome y- Camila me interrumpió.

- Te acostaste con ella. - Fue una afirmación más que una pregunta. 

- Sí... - Susurré. Pude ver como a Camila le caía una lágrima y me sentí una mierda. - Pero sentí lo mismo que sentí con todas las chicas con las que estuve desde que te conocí. Nada. No sentí nada, sentí millones de cosas más con un simple abrazo tuyo que acostándome con ella. - Dí un paso más cerca de ella. - Le dije que la llamaría pero no lo hice nunca y cuando me paró en la discoteca yo sólo quería deshacerme de ella e ir a buscarte pero de un momento a otro me besó y yo me paralicé porque no lo vi venir, no me lo esperaba y antes de que pudiera separarla tú chocaste contra nosotras. - Dí un par de pasos más con miedo a que ella retrocediera pero no lo hizo, me miraba fijamente a los ojos con tristeza. - Te juro que no le seguí el beso, estaba estática, no me moví ni un pelo, me pillo por sorpresa pero no quería besarla, por su puesto que no, no me gusta ella, no quiero estar con ella. - Me acercaba a ella mientras hablaba. - Fue un error, fue una gilipollez de una noche que nunca debió de haber pasado, como muchas otras tías de otras muchas noches estúpidas que tuve. - Al llegar a ella la cogí de las manos y la miré a los ojos. - Yo te quiero a ti, Camila, yo quiero estar contigo. No me imagino con nadie más que no seas tú. - Soltó mis manos y se alejó un poco. - No me crees...

- Sí que te creo, Lauren, te creo pero necesito tiempo. - La miré confusa. 

- ¿Tiempo para qué? 

- Para pensar. Te creo pero las palabras de tu padre no dejan de dar vueltas en mi cabeza y con lo que me acabas de decir lo confirmas más. Una mujeriega que bebe y se folla a todas.

- ¡Ya no soy así y lo sabes! 

- ¿Y sí tu padre tiene razón y para ti sólo soy una más? no me puedo arriesgar a que me hagas daño otra vez. No podría soportarlo otra vez. 

- Sabes que no eres una más, lo sabes, me conoces, Camila. Te quiero y eso ya hace que no seas una más porque no quise nunca a nadie y nunca voy a querer a nadie como te quiero a ti. - Me volví a acercar y la agarré por la cintura para pegarla a mí. Junté nuestras frentes y no pude evitar soltar alguna lágrima. Me acarició la mejilla y en ese momento cerré los ojos cogiendo aire. 

- Dame tiempo, necesito aclarar la cabeza. Igual no nos conocemos tanto como pensábamos. - Habló bajito mientras no dejaba de acariciarme. Me incliné para poder besarla y se separó. - Lauren... No me lo hagas más difícil. - Se separó de mí y se dio la vuelta para marcharse. 

- Camila... No hagas de esto una tragedia más por favor. - Se giró para darme una última mirada antes de salir por la puerta. 



Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora