Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).

Capítulo 38

Camila POV.

Me desperté y noté como alguien me estaba agarrando la mano. Giré la cabeza y vi a Lauren sentada en la silla con la cabeza apoyada en la cama y sin soltar mi mano. Me dolía el estómago y me tiraban los puntos pero me incorporé un poco para poder acariciarle el pelo con la mano que tenía libre. 

- Lo, hey, mi amor. - Intenté despertarla mientras le acariciaba el pelo suavemente. - Lolo, cariño, despierta. - Se removió un poco en la silla y abrió los ojos mientras levantaba la cabeza de mi cama y soltaba mi mano para estirarse un poco.

- Dios, me duele la espalda.

- Normal, cariño, dormir en esa postura debe de ser matador. 

- No pretendía quedarme dormida. ¿Qué hora es? - Echó un vistazo alrededor de la habitación. - ¿Y tus padres? - Tenía unas ojeras enormes y se veía demasiado cansada. 

- Son las doce y media y mis padres no tengo ni idea de dónde están. Probablemente se fueron a mi casa a asearse, desayunar y hablar con Sofí. - Levante mi mano y le acaricié la mejilla cariñosamente. - Y tu deberías hacer lo mismo, necesitas dormir y comer. ¿Hace cuánto no comes?

- Ya dormí, de hecho tú me despertaste y bajaré luego a la cafetería y me compraré algo para comer. 

- Lauren, dormir un par de horas en una silla no es dormir, tienes que ir a tu casa a descansar. - Se tensó un poco y apretó la mandíbula. 

- No me pienso ir de aquí hasta que tú no lo hagas. - Solté una pequeña risa por la tontería que acababa de decir. 

- Yo estoy bien, puedes dejar de preocuparte tanto. Sobreviviré aunque me dejes sola un par de horas y seguro que no será ni eso, mis padres no tardaran en llegar y también las chicas. 

- Camila-

- No, Camila nada. - La interrumpí. - ¿No piensas ir a tu casa ni a ducharte o qué?

- No. - Dijo seria y volví a soltar otra pequeña carcajada. 

- Pues deberías porque ya hueles. - Dije en tono de broma. 

- Pues vas a tener que acostumbrarte porque no pienso separarme de ti. Si tanto te molesta mi olor llamaré a Alexa para que me traiga ropa y me ducharé aquí. - Rodé los ojos porque no se puede ser más cabezona que ella. Sabía que no le haría cambiar de opinión así que me dí por vencida. 

- Pues ya puedes ir llamándola. Apestas. - Me tapé la nariz con los dedos y puse cara de asco. Lauren me miró levantando una ceja. 

- Con que apesto ¿no? - Se levantó de la silla y se inclinó para acercarse más a mí. Separé la cabeza y miré para otro lado riendo. Se tumbó a mi lado en la cama y me rodeó con sus brazos con cuidado de no tocar la herida y de no hacerme daño. Me dio un beso en el cuello que hizo que se me erizara la piel. - ¿Sigo oliendo mal? - Mire para ella y me reí. 

- Hueles fatal, mi amor, como a bacalao. - Dije riéndome y tapándome la nariz a la vez.

- Llamaré a Alexa entonces. - Hizo el amago de levantarse pero la agarré del brazo. 

- Quédate aquí, duerme un poco conmigo. Lo necesitas Lauren y no me voy a quedar tranquila hasta que descanses un poco como es debido. 

- ¿Y mi mal olor?

- Lo aguantaré feliz si sé que estas descansando. Ahora es más importante que duermas, luego ya hablaremos de la ducha. Yo le mandaré el mensaje a Alexa. - Sonrió, me dio un tierno beso en los labios y se volvió a tumbar en la misma postura que antes.