Capítulo 35

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Lauren POV.

Estaba parada en la puerta de la casa de Camila viendo como se abrazada a su padre. No esperaba conocerlo este fin de semana y quedé paralizada, seguro que mi cara era para grabar. Cuando Camila se separó de él me miró y me dio una sonrisa tranquilizadora que poco me tranquilizó pero tenía que relajarme aunque por dentro me estuviera muriendo de un ataque de pánico por fuera tenía que parecer serena. No me podía dejar intimidar por el padre de Camila, tenía que ser segura. Le devolví la sonrisa a Camila y mis ojos se clavaron en los de su padre que no dejaba de mirarme. Me miraba con desconfianza y amenaza, supongo que es normal, hace menos de dos minutos estaba besando a su hija y mi mano me había traicionado esta vez colocándose en su culo. Ningún padre quiere ver como le tocan el culo a su hija mientras la besan. Tragué saliva y le sonreí. 

- Papá, esta es Lauren, mi novia. - Camila se acercó a mí y me agarró la mano apretándola un poco para hacerme saber que todo estaba bien. Su padre no quitaba sus ojos de mí. 

- Alejandro Cabello. - Dijo tendiéndome su mano en forma de saludo. 

- Lauren Jauregui, encantada señor Cabello. - Le dí la mano para formalizar el saludo y me la apretó un poco más fuerte de lo normal sonriendo entre dientes con cara de querer matarme.  

Yo no dejaba de sonreírle y cuando acabó el saludo Camila me soltó la otra mano para dirigirse al salón y su padre la siguió. Antes de caminar hacia ellos me dí la vuelta para que no me vieran y agité un poco mi mano soltando un pequeño "joder" por lo bajo porque pensé que me había juntado todos los huesos de la mano con el apretón. Me recompuse y entré en el salón con una sonrisa para luego sentarme en el sofá al lado de Camila. 

La estampa no era exactamente la mejor del mundo. Yo sentada en el sofá con Camila y en el otro su padre fulminándome con la mirada. La tensión se podía cortar con un cuchillo. No me atrevía a hablar, Camila tenía sujeta mi mano con nuestros dedos entrelazados. Seguro que podía notar lo que me estaban sudando en este momento. Toda yo sudaba y cada vez que miraba para Alejandro el seguía con la vista fija en mí, seguro que ni pestañeaba. Estuvimos unos dos minutos así, sin decir nada, hasta que él habló dirigiéndose a mí. 

- Así que la novia de mi hija. 

- Sí, señor. - Dije sonando lo más segura que podía. 

- ¿Cuánto tiempo lleváis juntas? 

- Oficialmente al rededor de un mes. - Contestó Camila antes de que yo pudiera abrir la boca. Alejandro asintió pensativo. 

- Bien. - Dijo más para sus adentros que para nosotras y su mirada se volvió a posar en mí. - ¿La quieres? - Sonreí al pensar en lo enamorada que estaba de ella. 

- Mucho. - Contesté mirando a Camila sin quitar la sonrisa de boba de mi cara. Su padre volvió a asentir sin quitarme ojo. 

- ¿Dónde os conocisteis?

- En la universidad. - Contesté antes que Camila.

- ¿Cuántos años tienes? - Camila rodaba los ojos mirando a su padre. 

- Diecinueve, a punto de cumplir los veinte. 

- ¿Vais en la misma clase? - Joder, esto era un puto tercer grado. 

- No papá, Lauren va en la clase de al lado. - Dijo un poco irritada ya por culpa de tanta pregunta. 

Entraron por la puerta Sinu con Sofía y la pequeña al ver a su padre en el salón fue corriendo a tirarse en sus brazos. Yo me relajé un poco al verlas. Sinu entró detrás de su hija y le dio un beso y un abrazo a su marido. Nos quedamos los cinco un rato hablando en el sofá, yo ya más relajada y la verdad es que fue agradable. Nos dirigimos todos a la cocina para cenar y antes de que pudiera salir me agarraron del brazo deteniéndome. Me giré y era el padre de Camila. 

Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora